¿Te has descubierto persiguiendo los aplausos y la aprobación de todos? Es muy común hoy en día. Es normal que los jóvenes de hoy busquemos ser “influencers”, agradar a muchos, y obtener varios likes.
“A vino nuevo, odres nuevos”
El Padre Adolfo Güémez, Legionario de Cristo, analiza este punto en el evangelio del viernes pasado, que fue Lucas 5, 33-39, y que dice:
“En aquel tiempo, dijeron a Jesús los fariseos y los escribas: ‘Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber’.
Jesús les contestó: ‘¿Queréis que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que se lo lleven, y entonces ayunarán’.
Y añadió esta parábola: ‘Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino nuevo revienta los odres, se derrama, y los odres se estropean. A vino nuevo, odres nuevos. Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: ‘Está bueno el añejo’.’”.
“No podemos vivir de cara a los hombres”
Para el Padre Adolfo, es interesante ver cómo los fariseos comparan el grupo de San Juan Bautista con el de Jesús. Cómo esto muestra que las personas normalmente tienden a criticar, comparar y retarte a cambiar bajo ese criterio.
Sin embargo, a pesar que podamos estar muy tentados a seguirles la corriente, hay algo más importante que vivir haciéndole caso a los demás, y es vivir mirando siempre a Dios y sus mandamientos.