En Kapandriti, una región al noreste de Atenas, Grecia, un apicultor (persona que trabaja cuidando y mantiene abejas) piadoso llamado Isidor Tziminis, descubrió algo increíble cuando puso un ícono sobre la crucifixión del Señor cerca de las colmenas.

Pasado el tiempo, las abejas construyeron un panal alrededor del ícono. Sin embargo, las abejas respetaron las formas de las cruces de la estatuilla. Tziminis, sorprendido y con curiosidad, colocó otras imágenes cerca a los panales para observar si volvía a ocurrir.

Fuente: El Santo Monte Athos

Entre las imágenes se encontraba una de Cristo y otra de San Esteban Protomártir, y los resultados son increíbles. Las abejas habían construido nuevas colmenas en las imágenes, pero rodeando y respetando las figuras de Cristo y el santo.

Abejas
Fuente: El Santo Monte Athos

Fuente: El Santo Monte Athos

Pero la imagen que más sorpresa y ternura le dio al apicultor fue lo que sucedió con la imagen de la Virgen María. En otras ocasiones, las abejas habían respetado partes del cuerpo o el cuadro donde estaba la imagen. Pero con la Virgen fue distinto.

Con ella las abejas respetaron toda la imagen, mostrando a Nuestra Madre por completo. Ella, vestida de rojo y sentada, cargaba consigo al Niño Jesús. 

 

abejas
Fuente: El Santo Monte Athos

¡La naturaleza, creación de Dios, nos da lecciones hermosas! ¿Tú qué piensas?

[Ver: ¿La Virgen detuvo el fuego? Una imagen de la Virgen María queda intacta tras un voraz incendio]

[Ver: El día que el Santo Padre Pío voló para salvar a un piloto en la Segunda Guerra Mundial]

Comparte