Llamamos Semana Santa al tiempo que va desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua y en ella celebramos la pasión, muerte y resurrección de Jesús. En estos días Dios realiza nuevamente su amor salvífico para invitarnos a vivir y a convertirnos.

Para muchos es tiempo de vacaciones y de descanso; para otros es tiempo de reflexión y de silencio. Si quieres hacer parte del grupo que quiere aprovecharla, te dejamos 5 momentos que no te puedes perder:

1) Procesión de los ramos y celebración eucarística: 

Conmemoramos la entrada de Jesús a Jerusalén. Es la procesión más antigua del cristianismo pues los evangelios cuentan que los judios alfombraron el camino con ramos y con sus mantos para que pasara el Señor. En la celebración se lee la pasión completa y se leen los cánticos del Siervo que prefiguran la pasión del Señor. Esta se lleva a cabo el Domingo de Ramos.

2) Cena del Señor: 

Se celebra el Jueves Santo por la tarde. En ella conmemoramos y hacemos actual el origen de la Eucaristía, la institución del orden sacerdotal y el mandato de la caridad fraterna. Ese día al llegar a la iglesia encontramos el sagrario vacío pues todas las hostias que se consagran son nuevas y se usan también para el Viernes Santo. Los signos más característicos son el lavatorio de los pies y el traslado del Santísimo a un monumento. Al finalizar la misa se deja el altar vacío y las imágenes se tapan para al otro día darle toda la importancia a la cruz.

3) Celebración de la Pasión: 

Este día no se celebra tradicionalmente ningún sacramento. En esta celebración se conmemora y actualiza el misterio de la Pasión del Señor, por eso se celebra en una hora cercana a las tres de la tarde, hora en que la tradición cree que murió Jesús. Comienza en silencio cuando el sacerdote entra y se postra ante el altar. Esta hermosa liturgia tiene tres partes fundamentales: se vuelve a leer el relato de la Pasión, se hace un oración universal por todas las necesidades del mundo y se adora la cruz. Luego recibimos la comunión que se consagró el día anterior. La celebración termina en un profundo silencio sin despedida.

4) Siete palabras: 

Reflexionamos sobre las palabras que pronunció Jesús en la cruz. Estas son consideradas como su testamento espiritual. Es una liturgia muy hermosa marcada por el silencio y la meditación. Se realiza el Viernes Santo en la tarde, después de la celebración de la pasión.

5) Vigilia Pascual: 

En esta celebración eucarística por fin cantamos el aleluya, que no habíamos cantado desde el inicio de la Cuaresma. Con ella inauguramos el tiempo de Pascua que se prolongará por 50 días. Esta es la celebración más importante del año litúrgico porque en ella celebramos que Cristo venció a la muerte y nos dio la vida; por ello decoramos la Iglesia, celebramos una Eucaristía llena de símbolos y hacemos un repaso de nuestra historia de salvación, que manifiesta el paso de la muerte a la vida que nos trajo Cristo. 

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