La Exhortación apostólica Querida Amazonia expresa los anhelos del papa Francisco para responder a los desafíos de esta inmensa región. En este documento expresa sus deseos para la evangelización, el cuidado del medioambiente y su preferencia por los más pobres.
Aquí te compartimos una síntesis de sus cuatro anhelos:
1. Un sueño social:
“Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida”
El Papa nos dice que los problemas ambientales que involucran a la Amazonia no son solo un problema del medioambiente, sino ante todo una cuestión social. El impacto de la explotación desmedida en la selva en mano de empresas nacionales e internacionales daña la forma de vida comunitaria de los pueblos nativos y los empuja a la miseria. Al mismo tiempo llama la atención sobre la corrupción que atraviesa a la instituciones estatales y a la misma Iglesia que contribuyen a la devastación.
Por ello Exhortación apostólica Querida Amazonia llama a un diálogo social en donde los pueblos originarios sean protagonistas, prestando especial atención a los más pobres, marginados y excluidos.
2. Un sueño cultural:
“Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana”.
La promoción de la Amazonia, con su rica diversidad, no debe suponer que hay que colonizarla culturalemente sino que debe ser ayudada a sacar lo mejor de sí. La visión consumista del ser humano que caracteriza a las economías globalizadas no debe privar, sobre todo a los jóvenes, de amar la tradición y las costumbres de sus pueblos.
Esto no implica caer en un indigenismo completamente cerrado. La identidad y el diálogo no son enemigos, por ello la Exhortación apostólica Querida Amazonia invita al encuentro intercultural donde cada uno se siente a la mesa común con sus raíces.
3. Un sueño ecológico
“Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas”.
El Papa quiere que recuperemos la primer ecología que necesitamos: cuidar a nuestros hermanos como el Señor nos cuida a nosotros. Esto significa que el cuidado del ambiente es inseparable del cuidado y la atención del ser humano. Para el sumo pontífice, el equilibrio planetario depende de la salud de esta inmensa selva. Por esta razón, la Exhortación apostólica Querida Amazonia invita a emprender un desarrollo sustentable que relacione los conocimientos técnicos contemporáneos con el respeto a las formas tradicionales de vida de sus pobladores.
Además, Francisco nos recuerda que la gran ecología debe prestar atención a los aspectos educativos. Estos son fundamentales para modificar los hábitos de las personas y los grupos humanos. En este sentido, la Iglesia tiene mucho para aportar. Su conciencia sobre el valor de la creación, su preocupación por la justicia y su tradición educativa son imprescindibles.
4. Un sueño eclesial:
“Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos”.
Esta es la aspiración más importante del Papa: Francisco desea que anunciemos el Evangelio. Si se promueve un mensaje social sin mencionar a Cristo, la Iglesia se transforma en una mera ONG. En relación a este punto invita a recuperar símbolos o fiestas indígenas previamente evangelizados. Al mismo tiempo, convoca a que la liturgia recoja elementos propios de las culturas indígenas.
La Exhortación apostólica Querida Amazonia también pide a los obispos que redoblen esfuerzos para enviar a la región sacerdotes con vocación misionera. Para el Papa es necesario que se garantice una mayor frecuencia de la celebración eucarística.
Ahora bien, para Francisco no basta con la mayor presencia de los ministros ordenados sino que es necesaria un mayor protagonismo de los laicos en la vida de las comunidades. Al respecto destaca la importante labor de las mujeres en la evangelización de la región, sugiere la necesidad que ampliar sus espacios de participación pero conforme a la tradición.
[Ver: ¿Habrá sacerdotisas en la Iglesia a partir del Sínodo de la Amazonía?]
[Ver: Papa Francisco: “También es una lucha constante contra el diablo”]