A mediados de noviembre se conoció la noticia del secuestro de dos sacerdotes católicos por parte de militares rusos en la ciudad de Berdyansk (Ucrania). A comienzos de diciembre, mientras circulaba la información de que ambos párrocos estaban siendo torturados por las fuerzas rusas, un tercer sacerdote fue capturado en la ciudad de Melitopol. Se sospecha que buscan obtener información de los secretos de confesión.
Militares rusos capturan sacerdotes católicos para sacarles secretos de Confesión
Los padres Ivan Levystky y Bohdan Geleta son acusados por las fuerzas militares rusas de poseer armas, municiones y libros sobre la historia de Ucrania en un edificio parroquial.
“Ayer -30 de noviembre- hubo un informe de que los torturan sin piedad. Según los clásicos métodos estalinistas de represión, se les están extrayendo confesiones de crímenes que no cometieron. Están en peligro de muerte todos los días”, dijo el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana.
Poco tiempo después, militares rusos secuestraron un tercer sacerdote.
“Después de la celebración de la Santa Misa, algunos soldados rusos entraron en la parroquia y después de haber despreciado a los católicos, la oración y su convivencia, capturaron y llevaron a un lugar desconocido al padre Oleksandr Bogomaz, un joven párroco de Melitopol”. Así lo dijo el padre Maksym Ryabukha, nuevo obispo auxiliar del Exarcado arzobispal de Donetsk, en una entrevista con Tg2000, el programa de noticias Tv2000.
Se sospecha que los sacerdotes secuestrados por las fuerzas rusas son torturados para obtener los secretos de confesión. Los párrocos estan sujetos al sigilo sacramental bajo pena de excomunión latae sententiae.
“La conciencia de cualquier sacerdote en el mundo – recordó el padre Maksym a Tv2000 – es muy clara sobre el sacramento de la confesión y en el silencio“.
¡Oremos por estos sacerdotes!
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