En su discurso del Ángelus del domingo, el Papa Francisco alertó sobre cómo la “arrogancia espiritual” puede conducir a la adoración del ego en lugar de la adoración de Dios.
El 23 de octubre, desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa dijo que existe la tentación de “preocuparnos por cómo nos vemos en lugar de cómo somos” y estar “atrapados por el narcisismo”.
El Papa Francisco advierte sobre un peligro que puede alejarte de la salvación
“Donde hay demasiado ‘yo’, hay muy poco Dios”, dijo el Santo Padre.
Contrariamente, con verdadera humildad, explicó, “nos volvemos capaces de llevar a Dios lo que somos, sin pretensiones: las heridas, los pecados y las miserias que pesan sobre nuestro corazón, e invocar su misericordia para que nos sánanos, restáuranos y levántanos”.
“Será él quien nos resucite, no nosotros. Cuanto más descendemos con humildad, más nos eleva Dios”, agregó.
Al reflexionar sobre el Evangelio del domingo del capítulo 18 del Evangelio de Lucas, el Papa Francisco dijo que todos deberían mirar de cerca la parábola del fariseo y el publicano y preguntarse si juzgan y están convencidos de su propia justicia, como el fariseo.
El Papa Francisco dijo: “Para elevarnos hacia Él debemos descender dentro de nosotros mismos: cultivar la sinceridad y la humildad del corazón que nos dan una mirada honesta sobre nuestras fragilidades y pobreza interior”.
“Pidamos la intercesión de María Santísima, la humilde sierva del Señor, imagen viva de lo que el Señor ama realizar, derribando a los poderosos de sus tronos y levantando a los humildes”, concluyó.
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Ester artículo fue publicado originalmente en Catholic News Agency.
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