En la Audiencia General del 24 de agosto, donde el Papa concluyó su ciclo de catequesis dedicadas a la vejez, el Santo Padre invitó a todos los ancianos a vivir el fin de la vida como una fiesta.
“Cuando Jesús habla del Reino de Dios, lo describe como una fiesta de bodas; como fiesta, es decir, como fiesta, nos espera una fiesta con amigos“, explicó el Sumo Pontífice.
¿Temor a la muerte? El Papa Francisco dice que el final de la vida es una fiesta
“En nuestra vejez… la importancia de los muchos ‘detalles’ de los que está hecha la vida: una caricia, una sonrisa, un gesto, un apreciado el esfuerzo, una sorpresa inesperada, una alegría hospitalaria, un vínculo fiel, se agudiza”, expresó.
A continuación, el Papa Francisco señaló “que el Señor resucitado, no por casualidad, mientras espera a los Apóstoles junto al lago, asa un pescado (cf. Jn 21, 9) y luego se lo ofrece. Este gesto de amor cariñoso nos da una idea de lo que nos espera mientras cruzamos a la otra orilla“.
“Sí, queridos hermanos y hermanas, especialmente a los ancianos, lo mejor de la vida está por venir. ‘Pero somos viejos, ¿qué más está por venir?’ Lo mejor, porque lo mejor de la vida está por venir”, agregó el Santo Padre.
“No es una espera anestesiada, no es una espera aburrida, no, es una espera con ansiosa espera, es una expectativa: ‘¿Cuándo vendrá mi Señor? ¿Cuándo podré ir allá?”'”.
“Un poco de miedo, porque no sé lo que significa este pasaje, -reconoce el Papa Francisco- y pasar por esa puerta da un poco de miedo, pero siempre está la mano del Señor que nos lleva adelante, y más allá de la puerta está la fiesta”.
“Estemos atentos, queridos viejos, contemporáneos, estemos atentos. Él nos está esperando. Sólo un pasaje, y luego la fiesta“, concluyó el Papa Francisco.
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