El Papa Francisco comenzó el domingo 24 de julio su viaje apostólico a Canadá, en lo que llamó una “peregrinación penitencial”. ¿Por qué este viaje tiene esta cualidad especial?
El Santo Padre arribó al país de América del Norte el domingo y permanecerá allí por seis días. Antes de partir, el Sumo Pontífice compartió un tweet que decía:
“Queridos hermanos y hermanas de #Canada , vengo entre vosotros para encontrarme con los pueblos indígenas. Espero, con la gracia de Dios, que mi peregrinación penitencial contribuya al camino de reconciliación ya emprendido. Por favor acompáñame con #prayer“.
Dear brothers and sisters of #Canada, I come among you to meet the indigenous peoples. I hope, with God's grace, that my penitential pilgrimage might contribute to the journey of reconciliation already undertaken. Please accompany me with #prayer.
— Pope Francis (@Pontifex) July 24, 2022
¿Por qué este viaje apostólico del Papa Francisco es un “peregrinación penitencial”?
Y es que este viaje apostólico tiene un objetivo particular: propiciar la reconciliación con los pueblos originarios canadienses. Estas comunidades, según recientes descubrimientos, padecieron las terribles consecuencias de una política de asimilación cultural impulsada por el gobierno de Canadá en la que tristemente participaron instituciones educativas católicas.
Entre finales del siglo XIX y durante el siglo XX, miles de niños fueron aislados de sus familias e internados en estas instituciones con el objetivo de “reeducarlos” en la cultura occidental. Como consecuencia, muchos de ellos murieron y sufrieron varios tipos de abusos.
El episodio más desgarrador de esta situación, fue el descubrimiento, en julio de 2021, de 160 tumbas indocumentadas y sin marcar en una isla donde había una residencia de este tipo.
Es por eso que el Papa Francisco llamó a este viaje apostólico una “peregrinación penitencial”, en la que busca disculparse con las comunidades indígenas que sufrieron esta política estatal.
Este lunes 25 de julio, el Santo Padre se encontró con los pueblos First Nations, Métis e Inuit de Canadá. En un conmovedor mensaje el Sumo Pontífice expresó:
“Hoy estoy aquí, en esta tierra que, junto a una memoria antigua, custodia las cicatrices de heridas todavía abiertas. Me encuentro entre ustedes porque el primer paso de esta peregrinación penitencial es el de renovar mi pedido de perdón y decirles, de todo corazón, que estoy profundamente dolido: pido perdón por la manera en la que, lamentablemente, muchos cristianos adoptaron la mentalidad colonialista de las potencias que oprimieron a los pueblos indígenas”
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