El 25 de enero, una gruta de la Virgen de Fátima ubicada en Burke, Virginia (Estados Unidos), fue violentamente destruida y la imagen de Nuestra Señora resultó seriamente dañada.

En un sentido comunicado vía Facebook, el padre  Bob Cilinski, sacerdote de la parroquia de la Navidad, comunicó el acto vandálico y explicó lo sucedido.

“Una desfiguración de lo sagrado”: Destruyen una gruta de la Virgen de Fátima

“Esta mañana encontramos vandalismo en el campus de Nativity en la gruta que aparentemente ocurrió anoche. Estoy muy triste por este acto de falta de respeto y destrucción de propiedad. Las estatuas dañadas son imágenes de la Santísima Madre y los niños a los que se les apareció en Fátima”, comienza el comunicado.

“Desafortunadamente, las estatuas dañadas no se pueden reparar. Las estatuas serán removidas y trabajaremos para reemplazarlas. La gruta es un lugar de oración, paz y sanación. Oramos por la persona o personas que profanaron este espacio sagrado y por la paz en nuestro mundo y el fin de la violencia“, comentó el sacerdote.

“Seamos personas de paz que se valoren y respeten unos a otros. María, Madre de la Natividad…. ruega por nosotros”, concluyó.

Según declaraciones a Catholic News Agency, el obispo Michael Burbidge de Arlington se hizo eco de los sentimientos del padre Cilinski.

“El vandalismo de una estatua de Nuestra Santísima Madre en la Iglesia de la Natividad es una desfiguración trágica y sin sentido de lo sagrado. María es un símbolo de paz en un mundo que la necesita ahora más que nunca”, dijo Burbidge.

“Pido que otros se unan a mí en oración por el perpetrador, ya que cualquier motivo detrás de tal acto refleja un alma atormentada que necesita de Nuestro Señor”, dijo el obispo. 

¡Oremos por que cesen estos ataques a la Iglesia!

Este artículo fue traducido y adaptado de Catholic News Agency.

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