El Vaticano ha anunciado que el Papa Francisco conferirá los ministerios de catequista, lector y acólito a hombres y mujeres laicos por primera vez.

Los candidatos de tres continentes a estas nuevas formas de servicio a la Iglesia serán investidos durante la Misa papal del Domingo de la Palabra de Dios el 23 de enero.

Conoce los nuevos ministerios para laicos que conferirá el Papa Francisco el próximo domingo

Dos personas de la región amazónica en Perú serán formalmente catequistas por el Papa, junto con otros candidatos de Brasil, Ghana, Polonia y España. Entre tanto, el ministerio de lector será conferido a laicos católicos de Corea del Sur, Pakistán, Ghana e Italia.

Cada uno de estos ministerios será conferido a través de un rito preparado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. A los llamados al ministerio de lectores se les entregará una Biblia, mientras que a los catequistas se les confiará una cruz. En este último caso, será una copia de la cruz pastoral utilizada por los papas San Pablo VI y San Juan Pablo II.

En relación al ministerio de catequista, fue instituido por el Santo Padre a través del Motu Proprio Antiquum ministerium (“Ministerio antiguo”).

El motu proprio explica que “es conveniente que al ministerio instituido de Catequista sean llamados hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para ser comunicadores atentos de la verdad de la fe, y que hayan adquirido ya una experiencia previa de catequesis”.

Un lector es una persona que lee las Escrituras, aparte del Evangelio, que solo es proclamado por diáconos y sacerdotes, a la congregación en la Misa.

Por último, el acólito tiene las responsabilidades de distribuir la Sagrada Comunión como ministro extraordinario si tales ministros no están presentes, exponer públicamente la Eucaristía para la adoración en circunstancias extraordinarias y la instrucción de los demás fieles, quienes, de manera temporal, ayudan al diácono y el sacerdote en los servicios litúrgicos llevando el misal, la cruz o las velas.

Este artículo fue traducido y adaptado de Catholic News Agency.

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