Este 25 de julio, cuarto domingo del mes, el Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los abuelos y los mayores, algo así como el día católico de los abuelos y los ancianos. En este día especial que se celebrará cada año, se instituyó una indulgencia plenaria para quienes cumplan una serie de requisitos. ¡Entérate cuáles son!

El 26 de julio la Iglesia celebra a San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús. El día anterior a esa fecha, el Papa decidió establecer esa jornada para recordar especialmente a las personas mayores.

“Soy muy consciente de que este mensaje te llega en un momento difícil: la pandemia ha sido una tormenta inesperada y violenta, una dura prueba que ha golpeado la vida de todos, pero que a nosotros mayores nos ha reservado un trato especial, un trato más duro”. Así se dirige el Santo Padre a los ancianos en su carta en ocasión de la primera jornada.

Recordando el episodio de la tradición según el cual San Joaquín, ya de mayor, recibió la visita de un ángel quien le anunció que Dios había escuchado su ruego y tendría por fin un hijo -la Virgen María- el Santo Padre dice:

“¡Que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada persona mayor —sobre todo los que están más solos— reciba la visita de un ángel!

A veces tendrán el rostro de nuestros nietos, otras veces el rostro de familiares, de amigos de toda la vida o de personas que hemos conocido durante este momento difícil”.

Por eso nos invita a todos a participar en esta Jornada Mundial de los abuelos y los mayores concediendo una indulgencia plenaria.

Así puedes obtener una indulgencia plenaria por la Jornada Mundial de los abuelos y los mayores

Acompañando la institución de la Jornada Mundial de los abuelos y los mayores, la Penitenciaría Apostólica establece las condiciones para obtener una indulgencia plenaria.

1. Cumplir las condiciones habituales: “confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice”.

2. Participación en la jornada

“(…) a los abuelos, a los mayores y a todos los fieles que, movidos por un verdadero espíritu de penitencia y caridad, participen el 25 de julio de 2021, con motivo de la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, en la solemne celebración que presidirá el Santísimo Padre Francisco en la Basílica Papal del Vaticano o en los diversos actos que se realizarán en todo el mundo”.

3. Visitar a personas mayores

“Los fieles que dedicarán un tiempo adecuado a visitar real o virtualmente a sus hermanos mayores necesitados o en dificultad (como enfermos, abandonados, discapacitados y similares)”.

4. Participación espiritual

“A los mayores enfermos y a todos aquellos que no pueden salir de casa por un motivo grave, siempre que se abstengan de todo pecado y tengan la intención de cumplir las tres condiciones habituales lo antes posible, se unirán espiritualmente a los actos sagrados de la Jornada Mundial, ofreciendo al Dios Misericordioso sus oraciones, dolores o sufrimientos de su vida, sobre todo mientras las palabras del Sumo Pontífice y las celebraciones se transmiten por televisión y radio, pero también a través de los nuevos medios de comunicación social”.

La penitenciaría apostólica también establece que la indulgencia plenaria “podrán aplicarla como sufragio por las almas del Purgatorio”. Así que es una excelente ocasión para interceder por algún abuelo, familiar o persona difunta.

¡Busquemos la forma de acercarnos a los ancianos en la Jornada Mundial de los abuelos y los mayores!

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