“Un católico sin oración es como un soldado sin armas” , dijo San Josemaría Escrivá. Entonces, ¿Cómo estás alimentando tu vida espiritual a diario? Aquí 7 oraciones para tu “arsenal” espiritual.

Esta semana, Ryan DellaCrosse, Ryan Scheel y el Padre Rich Pagano del podcast “The Catholic Talk Show” hablaron sobre siete oraciones que todo católico debería conocer, además de la Oración del Señor y el Ave María.

7 oraciones que todo católico debe conocer además del Padre Nuestro y el Ave María

1) Liturgia de las horas

Estas horas incluyen el oficio de lectura, la oración de la mañana (Laudes), la hora del martes, la hora del viernes, la novena hora, la oración de la tarde (vísperas) y la oración de la tarde (completa). Sin embargo, para los laicos es suficiente y honorable rezar Laudes y Completas.

Hoy se puede encontrar tanto el breviario físico en librerías como en Internet, en versión completa o abreviada, además de aplicaciones móviles.

2) Credo Niceno-Constantinopolitano

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.

3) Credo (Símbolo de los Apóstoles)
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
4) Acuérdate (Virgen María)

Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.

Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.

¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén

5) Coronilla a la Divina Misericordia

Empieza:
Padre nuestro, Dios te salve, María, creo

En las cuentas grandes:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.

En pequeñas cuentas:
Por Su dolorosa Pasión, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Al final del rosario, reza tres veces:
Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

6) Acto de contrición

Dios mío,
me arrepiento de todo corazón
de todos mis pecados
y los aborrezco,
porque al pecar, no sólo merezco
las penas establecidas por ti
justamente,
sino principalmente porque te ofendí,
a ti sumo Bien y digno de amor
por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén

7) Oración de San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

¿Conocías estas oraciones? ¿Cuál agregarías? ¡Cuéntanos!

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