El 12 de septiembre, nueve días después de la muerte del médico abortista Ulrich Klopfer, su familia, mientras limpiaban sus cosas, descubrieron más de 2 mil restos fetales en su garaje.

Según el Catholic News Agency (CNA), en una conferencia de prensa, la Oficina del Sheriff del Condado de Will anunció que no presentará cargos penales relacionados con el descubrimiento de los 2,246 restos de fetos.

Estos fueron encontrados en 70 cajas de cartón que estaban apilados casi hasta el techo del garaje.

Los errores de Ulvich Klopfer

La declaración policial informaba que las cajas fueron puestas ahí desde el 2000 hasta el 2002. En ese tiempo, Klopfer era propietario de tres clínicas de aborto en Indiana, lugares donde él realizaba abortos. Estas fueron cerradas en el 2015 luego de numerosas quejas contra Klopfer.

En 2016, la licencia médica de Klopfer fue suspendida ya que admitió que realizó abortos a dos niñas de 13 años, y que no lo informó como es debido.

Asimismo, afirmó no haberle dado medicamentos para el dolor a pacientes adultos a menos que pagaran más, y su clínica en Fort Wayne fue descrita como sucia y descuidada, con equipos rotos.

Si bien Klopfer no puede ser acusado de nada ya que falleció, la presencia de restos fetales en su hogar sugiere que violó la ley de Indiana con respecto a la eliminación de desechos médicos, así como una ley con respecto al mantenimiento de registros. Las autoridades de Indiana investigarán si Klopfer tuvo un cómplice que lo ayudó a transportar los restos a su hogar en Illinois. Esa persona puede ser acusada, aunque la edad de los restos podría haber pasado el plazo de prescripción”, informó la CNA. 

Cementerio para estos cadáveres

El obispo de Fort Wayne-South Bend, Indiana, Estados Unidos, ofreció el uso de un cementerio católico para enterrar a todos estos restos de niños abortados.

Según CNA, el obispo indicó:

Uní mi voz a las muchas personas que han expresado su horror y disgusto por el descubrimiento de 2.246 restos de bebés no nacidos médicamente preservados en el hogar de Ulrich Klopfer en Illinois, que realizaron miles de abortos en la Diócesis de Fort Wayne-South Bend”.

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