El actor Jim Caviezel, quien interpretó a Jesús en la película “La Pasión de Cristo”, presentó en una ocasión su testimonio en el “Eucharistic Holy Hour for World Peace Through the Mother of All Peoples” (Hora Santa Eucarística por la Paz Mundial mediante la Madre de todos los Pueblos), de Amsterdam. 

En esta, el actor explicó cómo la intercesión de Nuestra Señora lo ha “guiado en su vida”. Contó dos momentos en que la Virgen lo acompañó profundamente en su vida como actor: 

La Virgen y “La Delgada Línea Roja”

Todo comenzó en 1997 cuando participó en una audiencia para la película “The Red Line” (La Delgada Línea Roja). La audición era difícil para Caviezel, tenía muchas dudas de si conseguiría el papel. 

Cuando llegó a la audición, él se quedó en su auto inseguro de lo que iba hacer. Él no se sentía como un actor profesional, cuando era joven quería ser jugador de basketball y sentía mucho desorden emocional en su interior. 

Para calmarse, empezó a rezar el Santo Rosario. Rezó la mitad como es debido, y el resto de la forma abreviada pues se encontraba tarde para la reunión. 

Iba a dejar el Rosario en el carro, sin embargo sintió en su corazón que tenía que llevárselo consigo, así que lo puso en su bolsillo. Al entrar lo recibió la esposa del director y en su cuello llevaba una medalla de la Virgen María. 

Ella no era católica, era anglicana, pero compartía el mismo amor por la Madre. Ella lo guió hacia la oficina de su esposo. En el camino, Caviezel escuchó que ella estaba rezando y, sintiendo un impulso muy fuerte en su interior, le regaló su Rosario. 

Ella dijo, “¡Oh por Dios! La mujer que me dio esta medalla me regaló un Rosario  que era de Madre Teresa. Pero lo perdí y estaba rezando para que Dios me envíe otro… y ahora vienes tú…”. 

Esa misma tarde logró tener el papel, por la química que tenía con el director, su esposa y por sus dotes actorales.

La Virgen y el “Conde de Montecristo”

Después de años, Caviezel se encontraba ensayando para la película que sería una de las más famosas: “The Count of Monte Cristo” (El Conde de Montecristo). Sin embargo, él se encontraba en un momento muy vacío espiritualmente. No encontraba paz. 

En el ensayo de una de las escenas más importantes, él tenía que mirar el techo mientras conversaba con otro personaje. En el ensayo no había nada ahí, pero luego el director de la película le mostró lo que habría en ese lugar al momento de rodar la escena: una estatua de la Inmaculada Concepción.

Esto le hizo retomar el amor por la Virgen, por su fe y para Dios, y volvió en el camino a una vida espiritual sana y llena. 

Te compartimos el testimonio completo con subtítulos

¿Tú qué piensas?

Síguenos también en:

Telegram
Instagram
Twitter

[Ver: Sacerdote advierte sobre Halloween: “¡Es la fiesta del diablo!” [Video]]

[Ver: Rezaba por la vida de su pequeña hija y la figura de un ángel apareció en la vela]

Comparte