En esta ocasión, el objetivo fue un sacerdote y los fieles de la iglesia “Beato Isidoro Bakania”, de la ciudad de Dablo, al norte de Burkina Faso, país del África Occidental.

El pasado domingo 12 de mayo, a las 9 de la mañana, la Misa estaba recién comenzada cuando un comando de 20 yihadistas aparecieron en moto y rodearon la iglesia.

Al atacar al sacerdote Abbé Simèon Yampa, de 34 años, intentó huir, pero los yihadistas lo persiguieron y le dispararon.

Luego regresaron a la iglesia, redujeron a los fieles presentes, tomaron a cinco de ellos y les dispararon en frente de todos, para finalmente, mientras los demás huían, quemar el recinto.

Según el alcalde de Dablo, Ousmane Zongo, los terroristas también incendiaron tiendas, un bar y una clínica. En respuesta, desde la ciudad de Barsalogho, a 45 kilometros de Dablo, llegaron fuerzas militares para repelerlos.

Ante esto, el portavoz interino de la Oficina de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, publicó en Twitter:

“El Santo Padre ha aprendido con dolor la noticia del ataque a la iglesia en Dablo, en Burkina Faso. Oren por las víctimas, sus familias y toda la comunidad cristiana del país”.

¿Yihadistas en África Occidental?

Fuente: Europa Press

Burkina Faso pertenece al grupo de países africanos que combaten internacionalmente a los yihadistas. El grupo se llama “G5” y, aparte del mencionado, los países que la componen son: Sahel, Mali, Mauritania, Níger y Chad.

Ellos tienen presencia de fuerzas militares especiales extranjeras para combatir a los terroristas. Precisamente, el ataque del domingo sucedió poco tiempo después de un combate entre las fuerzas francesas y los yihadistas en el norte de Burkina Faso.

Los grupos yihadistas más fuertes de la región son Ansarul Islam, el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM), y la Organización Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS).

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