En Thannamunai, pequeña aldea de Sri Lanka, ubicada a 225 kilómetros de la capital, Colombo, los católicos le hicieron frente al Estado Islámico.
Desde los atentados del Domingo de Pascua de este año, no se celebraban Misas en la isla. Sin embargo, este pueblo decidió hacer frente al miedo celebrando la que sería, posiblemente, la primera Misa del país desde entonces.
La Misa fue protegida por soldados, quienes revisaban todo carro que quisiese pasar cerca de la iglesia en ese momento.
“La gente quería celebrar la Misa, quería participar en esto, pero ellos, incluso yo, tenían miedo. Sin embargo, el personal de seguridad nos brindó una buena protección”, indicó Norton Johnson, párroco de la iglesia del pueblo, a los periodistas del Associated Press News.
Ordenaciones sacerdotales
Esta Misa estaba planeada desde hace 2 semanas atrás, ya que estaba programada para ordenar a 200 sacerdotes y recibir a 3000 invitados. Después del atentado, a pesar del miedo de la gente, el obispo de Colombo, el cardenal Malcolm Ranjith, aceptó celebrar la Eucaristía planeada.
Vinieron cientos de invitados, y 80 sacerdotes para ser ordenados, un menor número de lo que se planeaba. Sin embargo, la Misa se celebró a pesar de lo ocurrido, y los himnos se volvieron a escuchar en el pueblo.
