El Padre Matthew P. Schneider, es un sacerdote canadiense de los Legionarios de Cristo. Actualmente sirve en Washington DC, Estados Unidos.

En un artículo publicado en su blog Through Catholic Lenses (A través del lente católico), sorprendió a sus seguidores con la razón por la que está dispuesto a sufrir el martirio en Estados Unidos: en el Estado de California se presentó una ley a debate que, si es aceptada, obligaría a los sacerdotes a divulgar las confesiones de los penitentes.

Si un sacerdote se niega a hacerlo, será considerado cómplice del delito y puede ir preso.

El proyecto de ley

El proyecto busca que sacerdotes, médicos, psicólogos, terapeutas matrimoniales y familiares y trabajadores sociales, tengan la obligación de responder ante las autoridades por los delitos de los que tengan conocimiento.

Sin embargo, “curiosamente, no le están pidiendo a los abogados que rompan el privilegio de abogado-cliente”, destaca el sacerdote.

El sello del confesionario

El Código de Derecho Canónico (CDC 983.1) explica que “el sello sacramental es inviolable; por lo tanto, está absolutamente prohibido que un confesor traicione de alguna manera a un penitente en palabras o de cualquier manera y por cualquier razón”.

Esto obedece a que los sacerdotes están actuando en la persona de Cristo y no por su cuenta. No es una “entrevista” o conversación cualquiera.  

Mártires del confesionario

El Padre Matthew recordó a San Juan Nepomuceno y San Mateo Correa Magallanes como ejemplos de sacerdotes que llegaron a sacrificar sus vidas antes de revelar lo confesado por los fieles. Si la confesión es así de importante, ¿una ley podrá romper sus reglas?

Es por esto que el Padre Matthew estaría dispuesto a ser encarcelado o a morir. No porque quiera proteger a criminales, sino porque, como sacerdote, está llamado a cumplir con su sagrado deber de mantener el secreto de confesión.

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