La Iglesia Católica atrapó en España a un hombre que pretendía ser un sacerdote. Ha servido, sin orden, durante los últimos 18 años.

Miguel Ángel Ibarra practicó este falso sacerdocio primero en Colombia, luego se mudó a la Diócesis de Cádiz y Ceuta, España, en octubre de 2017.

La Iglesia reconoce los bautismos y bodas que realizó, pero sus confesiones no son válidas. Su celebración de la Eucaristía tampoco lo es.

Según un comunicado de prensa publicado en la página web de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Ibarra actuó como sacerdote en varias parroquias de Colombia. El 13 de diciembre, sin embargo, fue despedido de sus deberes pastorales.

Asimismo se indica que la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Colombia, “advirtió, el 13 de diciembre, a la Diócesis de Cádiz y Ceuta que, después de una falsa denuncia en sus documentos de ordenación, se había llevado a cabo una investigación exhaustiva que concluyó que Miguel Ángel Ibarra nunca había sido ordenado sacerdote”.

Explicaron que “ya están trabajando en la investigación correspondiente, y están reparando las consecuencias que las acciones de esta persona pueden haber tenido”.

“La Diócesis de Cádiz y Ceuta lamenta que, eventos como este, puedan eclipsar el trabajo de sus sacerdotes debidamente ordenados, que sirven a la iglesia diocesana, todos los días, de manera ejemplar”.

¡Oremos por todos los afectados por este incidente!

San Juan Vianney, patrón de los sacerdotes, ¡ruega por nosotros!

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