El Sacramento de la Confesión es la declaración o la manifestación de los pecados ante un sacerdote (CIC 1424).

Es un reconocimiento y alabanza de la santidad de Dios, así como de su misericordia a los pecadores (CIC 1424).

Para poder tener una buena confesión, uno debe seguir estos cinco pasos:

Examen de conciencia

Revisamos nuestra conducta para saber cuáles son nuestros pecados.

Dolor de corazón

Nos arrepentimos de las cosas malas que hicimos.

Propósito de enmienda

Tenemos el verdadero propósito de no volver a cometer los pecados confesados.

Confesión

Decimos TODOS los pecados al sacerdote aunque nos dé vergüenza.

Penitencia

Cumplimos con las oraciones, o lo que el sacerdote nos imponga, al finalizar la confesión.

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