Probablemente, muchos cristianos creen que no hay doctrina más católica que el Purgatorio. Sin embargo, lo que entienden por purgatorio está plagado de mitos.

El Catecismo de la Iglesia Católica describe el purgatorio como:

"Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo" (CIC 1030).
"Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: 'Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado' (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos"(CIC 1032).

Puedes estar cayendo en estos 5 mitos comunes sobre el Purgatorio:

Mito 1: El Purgatorio es una segunda oportunidad para la salvación

Al morir, el destino eterno del alma de una persona está decidido. Una persona puede pasar la eternidad en el cielo o en el infierno.

El purgatorio es un “lugar” en el cual la persona destinada al cielo se prepara para entrar en él. Así que una persona no puede modificar su destino final. No hay una segunda oportunidad después de la muerte.

Mito 2: El Purgatorio no está en la Biblia

En la primera carta a los Corintios, San Pablo describe un periodo de tiempo después de la muerte y previo al cielo, en el cual un cristiano es purificado con fuego. Eso es el Purgatorio.

También hay otras evidencias bíblicas cómo:

  1. Mateo 12: Jesús habla de la posibilidad de pecados siendo perdonados después de la muerte.
  2. 2 de Macabeos 12: la práctica de rezar por los muertos es recomendada, esta práctica no tendría sentido sin el Purgatorio.

Mito 3: El Purgatorio es una forma de ser salvado sin Cristo

Como ya hemos mencionado, el Purgatorio es solo para personas que murieron en amistad con Cristo y tienen el cielo asegurado. Además, el proceso de purificación es solo a través de la gracia de Jesucristo. Así que el Purgatorio no compite contra la gracia de Cristo.

Mito 4: Las indulgencias son una vía para comprar la salvación

Una indulgencia es algo concedido por la Iglesia que se limita a remover la necesidad del purgatorio para una persona después de su muerte. Las indulgencias no determinan si una persona se va al cielo o al infierno.

Además, aunque a lo largo de la historia de la Iglesia muchos se aprovecharon para lucrar con la venta de indulgencias, la Iglesia condena esta práctica y la llama simonía.

Mito 5: Rezar por los muertos es una tardía corrupción medieval de la fe

De hecho, rezar por los muertos era una práctica judía previa a Jesús la cual está evidenciada en 2 de Macabeos 12. También era una práctica común en la Iglesia primitiva.

¡Recemos por las benditas almas del Purgatorio!

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