El atleta olímpico Eluid Kipchoge, de Kenia, rompió hace unos día el récord mundial de maratón y lo primero que hizo al cruzar la meta fue orar. Las imágenes conmovieron a millones.

Kipchoge compitió en la Maratón BMW de Berlín. Se coronó campeón absoluto y estableció un nuevo récord mundial: 2 horas, 1 minuto y 39 segundos.

Tras cruzar la meta, Kipchoge se emocionó, abrazó a los suyos y sonreía.

Lo que hizo después impresionó al mundo: cayó de rodillas frente a las cámaras, hizo la señal de la cruz y empezó a orar. Los fotógrafos capturaron el momento.

Su gesto nos puede ayudar a recordar lo importante que es dar las gracias a Dios por las cosas buenas de nuestra vida. Que, a pesar que fueron resultados de nuestros esfuerzos, es en Su amor donde aprendemos a usar nuestras capacidades para el bien.

              Fuente: Independent

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