Ante el furor por el estreno del filme La Monja, más de un seguidor de ChurchPop nos ha hecho esta pregunta: ¿un católico puede ver películas de terror?

Sabemos -y el Papa Francisco nos lo ha recordado varias veces- que el demonio existe, que no debemos dialogar con él  y que todos libramos un combate espiritual. Ya nos lo dijo San Pablo: “…ni deis ocasión al Diablo” (Efesios 4, 27).*

La Iglesia no se ha pronunciado sobre este tema específico. No hay una indicación en el Catecismo ni en algún documento eclesial. Sin embargo, es válido preguntarse si una película puede afectar mi vida espiritual.

Hemos encontrado 3 puntos de vista:

No es recomendable
Paz Echevarría de la Fundación Orientación Cinematográfica Católica de Chile, considera que no es recomendable ver para un creyente ver estas películas ya que muestran una realidad distorsionada del mal y para ellas lo más importante son los efectos especiales.

Sin embargo, sugiere a quien desea verlas que considere lo que enseña la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, así como acudir a personas de fe sólida que puedan acompañarte.

¿Tienen un lado positivo?
Scott Derrickson, director de filmes de miedo como “El Exorcismo de Emily Rose” y “Líbranos del mal”, no es católico pero se declara cristiano practicante. Para él, hay algo positivo en las películas de terror: el hecho de recordar la existencia del mal y el demonio. El director espera que el espectador aprenda que, sin importar la dureza de la batalla, siempre  hay que confiar en que Dios gana al final.

Eres libre de hacerlo… pero sé prudente
Julio Pozo, director ejecutivo de la distribuidora Areópago, indica que todo está en la libertad de la persona. Si sabes que estas películas te pueden llevar a prácticas de ocultismo o su argumento te puede sugestionar, es recomendable no verlas. Para Julio, este criterio no se aplica solo a los filmes de terror, sino a cualquier cosa que profundice nuestras debilidades personales.

El género de terror es muy amplio. Hay decenas de filmes sobre los más variados (y muchas veces descabellados) temas. La decisión es tuya.

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