Padre, le saludo con afecto. Disculpe, ¿con las oraciones se puede sacar un alma del infierno?
En la teología cristiana católica se tiene bien claro que un alma que ya se encuentra en el infierno no puede ser salvada con oraciones. Pero nadie en este mundo puede saber si un alma está en el infierno, a menos que Dios se lo revele, pero no por cuenta propia o a mérito propio.
Nuestro deber como cristianos es rezar por aquellos que han fallecido esperando que la misericordia de Dios les haya alcanzado. Si se encuentran en el purgatorio sabemos que ya no irán al infierno. Nosotros podemos ayudar a esas almas en el purgatorio ofreciendo misas por ellas, orando, ofreciendo sacrificios y más.
Una persona un día me abordó y me dijo que si ya su esposo estaba en el infierno no tenía caso seguir rezando por él. Me dijo que era de lo peor y que ella estaba segura que su esposo no se había salvado. Claro es que no podemos asegurar esto de que una persona ya está en ese lugar de tormento, pero si así fuera la oración que hacemos de corazón por un alma no queda derrochada, ni es tiempo perdido. La oración tiene ese efecto doble, que retroalimenta.
Así pues, si hacemos oración por alguien, al mismo tiempo nos estamos ayudando nosotros porque su efecto espiritual nos hace ser más sensibles ante los misterios de Dios y más dispuestos a cumplir su voluntad en los que me rodean. Yo a esta señora le pedí que siguiera orando, que confiara en la misericordia de Dios, y si la oración no servía para su esposo, a ella le estaría beneficiando porque con la oración se conecta uno con Dios y no hay nada mejor que vivir siempre en sintonía con el Creador del universo.
Publicado originalmente en el sitio web del Padre Modesto Lule
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