El infierno existe. La Iglesia enseña que “las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno” (Catecismo de la Iglesia Católica 1033).
Pero… ¿sabías que hubo una santa a la cual le fueron revelados los sufrimientos del infierno? Esto fue lo que vio Santa María Faustina Kowalska.
Santa María Faustina Kowalska es una de las más reconocidas místicas de principios del siglo XX. Los detalles de sus visiones quedaron plasmados en su diario, en el cual podemos leer lo siguiente sobre los sufrimientos en el infierno:
“Hoy, fui llevada por un ángel a las profundidades del infierno. Es un lugar de gran tortura; ¡qué imponentemente grande y extenso es!”
A continuación detalla los 7 sufrimientos que vio:
La primera que constituye el infierno es la pérdida de Dios.
La segunda es el eterno remordimiento de conciencia.
La tercera es que la condición de uno nunca cambiará.
La cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla; es un sufrimiento terrible, ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por el enojo de Dios.
La quinta tortura es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante y, a pesar de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros y ven todo el mal, el propio y el del resto
La sexta tortura es la compañía constante de Satanás
La séptima es la horrible desesperación, el odio de Dios, las palabras viles, maldiciones y blasfemias.
“Lo que he escrito es una sombra pálida de las cosas que vi. Pero noté una cosa: que la mayoría de las almas que están allí son de aquéllos que descreyeron que hay un infierno“.
Recemos por la conversión de los pecadores… ¡sobretodo por nosotros mismos!
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