La rutina en el auto no tiene por qué alejarnos de Dios; al contrario, puede convertirse en un espacio del día para encontrarte con Él. Te compartimos 10 maneras sencillas de mantener viva tu fe mientras conduces.

En un artículo para National Catholic Register, la especialista en medios digitales Debbie Cowden recordó una escena de la miniserie de EWTN “The Mysteries of the Rosary: The Sorrowful Mysteries” sobre los misterios del Rosario.

“En el primer episodio, ‘Rediscover the Power’ (Redescubre el poder), se cuenta la historia de un hombre llamado John, de Pittsburgh, que mientras trotaba por su vecindario escuchó sirenas de ambulancia —y rezó, demostrando así ‘el asombroso poder de un Avemaría’”, señaló.

Ese gesto marcó profundamente a su familia, que desde entonces busca toda ocasión para orar por los demás mientras maneja.

Inspirada en esta experiencia, Cowden recopiló 10 momentos concretos para rezar al volante o durante un viaje, que también pueden ayudarnos a mantener a Dios presente en cada trayecto.

1. Al salir de la cochera: Reza a tu ángel de la guarda. 

Una oración breve y sencilla, como “Ángeles custodios, ayúdennos a llegar seguros a nuestro destino”, pondrá tu viaje en buenas manos, incluso si sales con prisas.

2. Al pasar frente a una iglesia católica: saluda a Jesús.

Nuestra familia pasa al menos por una docena de parroquias cada semana, y hacer la señal de la cruz con un saludo como “¡Hola Jesús, te amamos!” recuerda a nuestros hijos la Presencia Real de Cristo en todo lugar.

3. Al pasar por un cementerio: reza por las almas difuntas.

Mientras algunas familias juegan a señalar autos o animales en la ruta, los hijos de los Cowden señalan cementerios. Cada vez que pasamos uno rezamos: “Concédeles, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios. Amén.” Hay tres cementerios que pasamos con frecuencia, algunos con sepulturas de hace más de 200 años, y espero que un día podamos encontrarnos con muchos de ellos en el cielo.

4. Al pasar por un hospital o escuchar sirenas: reza un Avemaría.

La historia anterior es una muestra perfecta del poder de una sola oración. No pierdas la oportunidad de rezar por alguien que en ese momento realmente necesita tus oraciones.

5. Al ver a la policía con las luces encendidas: reza la oración a San Miguel.

Los policías arriesgan su vida cada día para mantener seguras a nuestras comunidades. Cada vez que nuestra familia ve un patrullero con las luces encendidas, rezamos a San Miguel y a los ángeles custodios de los oficiales por su protección.

6. Al pasar por obras de construcción o trabajadores viales: reza una oración a San José.

Los obreros de construcción también tienen trabajos peligrosos, especialmente quienes trabajan en carreteras. Pídele a San José que los cuide: “San José, por favor cuida y protege a estos trabajadores. Líbralos de todo peligro y ayúdales a terminar bien su labor.”

7. Al ver a alguien manejando imprudentemente: pide la guía de su ángel de la guarda.

No sabemos por qué manejan de esa manera: quizá tuvieron un día difícil, tal vez van tarde o podrían estar atendiendo una emergencia… ¡quién sabe! Reza para que su ángel de la guarda los sostenga y los mantenga a ellos —y a todos en la carretera— a salvo.

8. En un trayecto corto: reza la Coronilla de la Divina Misericordia.

A mi familia le gusta rezarla cuando manejamos a las 3 p.m., la Hora de la Misericordia. La oración solo toma unos cinco minutos, pero tiene frutos eternos. Generalmente la ofrecemos por un alma que morirá ese día y que no tiene a nadie que rece por ella.

9. En un trayecto más largo: reza el Santo Rosario.

Aunque toma un poco más de tiempo que la Coronilla, solo requiere entre 15 y 30 minutos, dependiendo de si lo rezas o lo cantas. Si no tienes a alguien en el auto que lleve la cuenta de las cuentas, recomiendo rezarlo con alguna aplicación o video.

10. Al llegar a tu destino: haz una breve oración de acción de gracias.

¡Llegaste con bien, alabado sea Dios! Agradece a la Virgen, a los ángeles y santos, y a nuestro buen Señor, quien te protegió de todo peligro.

Cowden da un consejo adicional: Reza por las personas que encuentres en el trayecto.

¿Qué oraciones acostumbras rezar en el auto?

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