Al inicio de la Cuaresma, surgen dudas sobre cómo podemos vivir mejor este tiempo de penitencia y conversión.
El Padre Adolfo nos ofrece 10 consejos para que podamos vivir de manera más intensa este tiempo de Cuaresma:
1. Ayunar
Intenta que tu ayuno te ayude a renunciar a algo que se interponga entre Dios y tu. No ayunes solo por ayunar.
2. Acércate a la Palabra de Dios
Aprovecha para leer lo que Dios te quiere decir mediante Su Palabra. Lee versículos cada día y reflexiona lo que Él pudiese estar diciéndote en estos.
3. Piensa en la Resurrección
Si bien la Cuaresma es un tiempo de penitencia, no debe ser un tiempo de quedarnos en nuestro pecado. Se debe ver este momento como una preparación para la Resurrección, para nuestra salvación.
4. Renuncia a algo
Deja de usar o practicar algo para poder acercarte a Dios. No basta solo con quitar lo que se interponga entre Él y tú, debes buscar estar cerca de Él. Deja aquellas cosas que te puedan estar deteniendo.
5. Da limosna
No de lo que te sobre, sino de lo que usas. Mira lo que tienes, lo que te sirva, y fíjate si alguien pudiese estar necesitándolo más que tu. Cuando lo hayas encontrado, dáselo. Ayuda a otros.
6. Sé Iglesia
No basta con participar de las Misas o rituales, debes ser Iglesia. Llevar lo que Ella te enseña en tu vida cotidiana. Todo lo que Cristo te vaya enseñando en las actividades de tu parroquia, aplícalo en tu día a día.
7. Abre los ojos
¡Date cuenta del que sufre a tu alrededor! La Cuaresma es un tiempo para dejar de mirarte por un momento y fijarte en las necesidades de los demás. Ayuda a las personas que más necesitas.
8. Cultiva la bondad de corazón
Piensa y habla bien de los demás. Aprende a ver lo bueno de los demás, así pensarás y hablarás bien de ellos. Es fácil hacer lo contrario, pero sería un verdadero sacrificio callar tus prejuicios para poder ver con bondad a los demás.
9. Planéa Semana Santa
No esperes hasta el final de la Cuaresma para esto, y no le des tanto peso al descanso o a los viajes. El Padre Adolfo recomienda ir de misiones para ayudar a los pobres. Si no se puede viajar, estate atento a las actividades de tu parroquia.
10. Vívela de la mano de María
Ella vivió la Cuaresma, ella vio sufrir a Cristo y lo vio resucitado. Ella puede enseñarte a ver el verdadero sentido de este momento de penitencia y conversión. Ella siempre te señala a Cristo como el camino. Ella quiere acompañarnos.