Como estudiantes, muchas veces olvidamos tener presente a Dios en nuestra rutina, especialmente cuando nos enfrentamos a la pereza o al cansancio. ¿Cuántos frutos lograríamos si ofreciéramos estos retos por alguna intención específica?

Para recordar que debemos hacer de nuestro día a día una oración, la organización Apóstoles de Lourdes dio 3 consejos para incluir a Dios en nuestros estudios.

1. Invoca al Espíritu Santo

Antes de comenzar con tus estudios puedes pedir la intercesión de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y que sus dones te ayuden a concentrarte en la actividad que estás por comenzar.

Si tienes dudas de cómo pedir la ayuda del Espíritu Santo, puedes rezar esta oración:

Oración de San Agustín al Espíritu Santo

Respira en mí, Espíritu Santo,
que todos mis pensamientos sean santos.

Muévete en mí, Espíritu Santo,
para que también mi trabajo sea santo.

Atrae mi corazón, Espíritu Santo,
para que ame solo lo que es santo.

Fortaléceme, Espíritu Santo,
para que pueda defender todo lo que es santo.

Protégeme, Espíritu Santo,
para que yo sea siempre santo.

2. Ofrece tus estudios a Dios

Si estás atravesando una dificultad o te toca estudiar la materia que te resulta más compleja, no pierdas la oportunidad de ofrecerle a Dios tu esfuerzo. ¡Puedes pedir cada día por una intención diferente!

3. Acuérdate que estás glorificando a Dios

“Acuérdate que en cada acción en la que pongas toda tu voluntad también estás glorificando a Dios”, resalta Apóstoles de Lourdes en el video.

El trabajar con dedicación en las labores que nuestro estado de vida nos pide es una gran manera de dar gloria a Dios, y si en este momento eres estudiante, tu mejor oración es dar tu mayor esfuerzo por aprender.

El fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá, nos recuerda que el estudio es una forma de oración.

“Hay que estudiar..., para ganar el mundo y conquistarlo para Dios. Entonces, elevaremos el plano de nuestro esfuerzo, procurando que la labor realizada se convierta en encuentro con el Señor, y sirva de base a los demás, a los que seguirán nuestro camino… De este modo, el estudio será oración”.
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