[Video] Sacerdote enseña cómo comulgar en la mano en tiempos de COVID-19
En un video compartido por redes sociales, un sacerdote explica cómo comulgar en tiempos de coronavirus con la reverencia que se merece Nuestro Señor que está presente en la hostia consagrada.
El padre Andrés Esteban López Ruiz explica que Jesús está presente en cada partícula de la hostia consagrada, por lo que al momento de comulgar es necesario consumir toda la materia de sacramento y purificar todo lo que haya tocado el cuerpo de Cristo.
El sacerdote reconoce que no le gusta dar la comunión en la mano y prefiere comulgar en la boca, pero explica cómo hacerlo de otro modo sin cometer irreverencias.
Este es el video del simulacro con hostias que no están consagradas explica cómo debemos comulgar en tiempos de coronavirus:
#CoronaVirus ¿Cómo comulgar reverentemente en los tiempos del coronavirus? #ComuniónEnLaMano
#Coronavirus Instrucción para comulgar reverentemente el cuerpo de Cristo al recibir la Sagrada Comunión en la mano, purificando adecuadamente la palma de tu mano y tus dedos índice y pulgar después de tocar la Hostia Consagrada.
Posted by Padre Andrés Esteban López Ruiz on Tuesday, March 10, 2020
Primera opción: comulgar en la boca
Recomienda hacer alguna reverencia, alguna genuflexión, algún signo de reverencia.
Segunda opción: recibir la hostia en la mano con un paño
Para esto el padre ha comprado un purificador en una tienda de artículos litúrgicos. Se trata de un trozo de lino que se usa para purificar todo lo que toca el cuerpo de Cristo.
Así es cómo se debe proceder de forma correcta en esta forma de comulgar:
Colocar la mano derecha abajo y la izquierda arriba. Luego pone el paño encima. El objetivo es que el Cuerpo de Cristo no toque la palma de la mano, entonces no quedarán partículas.
Recibir la hostia en el paño, luego tomar la hostia con los dedos índice y pulgar de la mano derecha y comulgar acompañando la hostia con el paño.
A continuación, limpiarse los dedos índice y pulgar con el paño para evitar que haya quedado alguna partícula.
Finalmente, doblar el paño hacia adentro, es decir, sobre la parte que tocó la hostia, y guardarlo.
¿Qué hacer con el purificador?
Para hacer la limpieza del purificador se recomienda ponerlo en un vaso con agua al menos dos horas. De esta manera, si hubiera quedado alguna partícula del Cuerpo de Cristo, la especie sacramental se disuelve en el agua. Cuando la materia se corrompe, según enseña la Iglesia, la presencia sacramental deja de estar en el pan.
Al finalizar el líquido debe ser echado en alguna maceta o florero. ¡Nunca al desagüe!
Tercera opción: recibir la hostia en la mano sin el paño
En ese caso, la hostia se recibe en la mano izquierda pero no se toma con la otra mano, sino que se lleva a la boca directamente. La purificación de la palma debe hacerse con la lengua y debe abarcar toda la superficie de donde estuvo la hostia consagrada.
“¡No importa que lo vean raro!” comenta el sacerdote, peor es que una partícula del cuerpo de Cristo termine en otro lugar.
El padre Andrés Esteban señala el error común de refregarse las manos para quitarse las partículas de la hostia. Aunque esa persona no quiera lastimar a Jesús -por lo que no está cometiendo un sacrilegio- sí es una irreverencia.
Cuarta opción: comulgar como con el paño pero…
Hacer lo mismo que como si tuvieses el paño, pero en ese caso, debes purificar tanto tus dedos como tu palma.
Y recuerda, siempre debes comulgar delante del sacerdote. ¡Esperamos que te guíe en la comunión!
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