Tuvo un derrame cerebral al día siguiente de su boda, pero esta pareja nunca dejó de confiar en Dios
La historia de esta pareja católica ha conmovido a internet. Después de recibir el sacramento del matrimonio, Priscila y Gustavo enfrentaron enfermedad, tribulaciones y muchos desafíos. Pero la fe los mantuvo firmes y hoy afirman que vale la pena esperar y confiar en los planes de Dios.
En un video, Priscila relató un poco de su historia.
“Nunca imaginé que 24 horas después de nuestro mayor sueño, después de 10 años juntos y, finalmente, uniéndonos en sacramento, yo estaría a los pies de Cristo clamando por tu vida”, resaltó.
Gustavo había sufrido un derrame cerebral hemorrágico y necesitó someterse a una cirugía de emergencia en la cabeza, hecho que cambiaría para siempre sus vidas.
“Nunca imaginé que, ahora mi esposo, tan activo e independiente, tendría que reaprender a caminar, mantenerse en pie, movimientos básicos de cualquier persona”.
“Nunca dejamos de creer que su curación llegaría”, resaltó Priscila. “Fuimos perseverantes, fuertes y encontramos en Dios nuestro amparo”, relató, mientras en el video se ve a la pareja ser nombrados ministros extraordinarios de la Comunión.
“Recibimos innumerables gracias diariamente. La certeza para enfrentar cada nuevo desafío, sin imaginar que la mayor gracia de todas estaba por venir”, dice Rebeca, refiriéndose a que serían padres por primera vez.
Las tribulaciones después del 'sí'
“Suelo decir que nuestra historia daría para un libro (...) algunos ni creen que pasamos por todo esto, otros buscan respuesta hasta hoy para todo lo que vivimos y nosotros aquí, en medio de esta tormenta”.
Los últimos años antes de recibir nuestro sacramento fueron años de decisión, de entrega y de firmar nuestro cimiento en Jesús (...). Como el hombre prudente, elegimos construir nuestra familia sobre la roca firme. Los vientos vinieron, la tormenta llegó fuerte, esos días interminables y apenas veinticuatro horas después de nuestro sí, con la misma maleta con la que llegué para vivir en nuestra casa, volví a la casa de mis padres”.
“En la peor noche de mi vida”, cuenta Priscila, “clamé a Dios en medio del llanto inconsolable pidiendo que nos diera la oportunidad de vivir nuestra familia, vivir nuestro matrimonio que en veinticuatro horas no disfrutamos ni de nuestro hogar”.
“Te hablaba al oído”, le dice a Gustavo, “todos los días: ‘Vuelve a mí. Vuelve a nuestra casa. Tendremos nuestros hijos, nuestros viajes, el mundo para soñar. Te necesito’ y volviste”.
“Dios nos escuchó y cuando abriste los ojos, supe que el tiempo sería nuestro mejor amigo. Tendríamos todo lo que soñamos y planeamos. Tendríamos una vida nueva. Nos preparamos para estar aquí. Nuestro amor tiene una raíz fuerte y firme”.
“El final de 2022 fue de aprendizaje, de redescubrir la vida y a ti. De mucho esfuerzo, de resultados y de frustraciones también (...) 2023 fue el año de afirmarnos; innumerables caídas, fue difícil en muchos momentos, pero de muchas victorias y crecimiento. Nosotros dos somos una fortaleza. Le debemos todo a Dios, que nos llevó en sus brazos hasta aquí y que siempre tiene mucho cuidado de nosotros”.
Las promesas de Dios
En la Navidad de 2023, Priscila y Gustavo descubrieron que iban a ser padres y el llamado a resignificar sus vidas y dar inicio a un nuevo tiempo.
“Es hora de quitar esas noches turbulentas de la página principal de nuestra vida; hora de abrir espacio para que llegue una nueva persona, y ella llegó (...) otro corazón latiendo nos da la fuerza para seguir con fe y esperanza”.
“Este bebé tan pequeño y fuerte vino para cambiarlo todo y para cambiarnos para siempre. Lo que siempre susurraba a Dios y a tu oído en esa UCI se concretó: serás el padre más increíble de este mundo (...) serás orgullo para ellos, y aprenderán desde temprano a agradecer a Dios por nuestras vidas y por tu vida”.
“Un nuevo año, una nueva vida. Nunca estaremos completamente preparados, pero la certeza de que juntos somos más fuertes es lo que nos mueve (...) y ahora con un propósito aún mayor”.
Priscila y Gustavo dieron la bienvenida a la pequeña Anna, que nació el 17 de julio de 2024. “Nuestra vida cambió por completo y nunca imaginé que existiera un amor tan fuerte”, dijo ella en sus redes sociales.
¡Qué lindo testimonio!