Trabajó como carpintero para reconstruir Notre Dame… y se casó dentro de ella: “Es nuestra catedral”

Diseño por Harumi Suzuki usando Canva.

En el corazón de París, la catedral de Notre Dame vivió un momento conmovedor: Martin Lorentz, carpintero que participó en la restauración del templo tras el incendio de 2019, se casó con su prometida Jade, dentro de la misma iglesia que ayudó a reconstruir.

La boda, celebrada el sábado 25 de octubre de 2025, fue autorizada de forma excepcional por el arzobispo de París, Mons. Laurent Ulrich, y presidida por el rector de la catedral, Mons. Olivier Ribadeau Dumas.

Una boda en el taller de la fe

Durante los cinco años de obras, Martin Lorentz trabajó en la reconstrucción de la famosa charpente, la estructura de madera medieval que quedó reducida a cenizas en el incendio de abril de 2019.

Con un hacha en la mano, moldeó las vigas del techo siguiendo las mismas técnicas utilizadas hace más de 800 años.

Ahora, bajo las bóvedas góticas que ayudó a restaurar, el carpintero escuchó al sacerdote decirle con una sonrisa:

“Jade y Martin, sean bienvenidos a la catedral. Martin, la conoces bien, la conocías desde arriba, y ahora estás aquí abajo”.

Una familia nacida en el altar que él reconstruyó

Cerca de 500 personas participaron en la ceremonia, la mayoría, artesanos y compañeros que también trabajaron en la restauración de la catedral.

A la salida de los novios, sus colegas formaron una guardia de honor con los hachas levantadas, en señal de respeto y amistad.

“Es increíble ver todo esto suceder y reencontrar a los amigos aquí. Casarse en nuestra catedral es como estar en casa”, contó uno de los invitados a la prensa francesa.

Afuera, turistas y curiosos que pasaban por el lugar se unieron a los aplausos. Todos fueron testigos de algo extraordinario: la primera boda celebrada en Notre Dame desde el incendio, diez meses después de su reapertura parcial.

Amor, trabajo y renacimiento

Entre las más de 2 mil personas y 250 empresas involucradas en la restauración, Martin Lorentz fue uno de los que más se identificó con la misión espiritual detrás de la obra:

“Queríamos compartir nuestro amor con todos. Es el día más hermoso de nuestra vida”, reiteró el novio emocionado.

Para él, casarse dentro de la catedral no es solo una coincidencia, sino un signo de que Dios escribe con belleza incluso sobre las cenizas de la historia.

Notre Dame renace, no solo en piedra y madera, sino también en amor humano y fe viva. Y en el altar que sobrevivió al fuego, un carpintero encontró su propio “sí” eterno.

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