¿Te has enamorado? 5 consejos para tener una relación santa
¿Te has enamorado? Enamorarse es hermoso, ves en la otra persona alguien que te complementa, te acompaña y te quiere. Sin embargo, una relación que se considere seria y cristiana, debe buscar trascender las emociones.
Una relación santa, una entregada a Dios, debe tener en cuenta algunos aspectos para poder vivirla de manera libre, plena y feliz. Acá te compartimos 5 consejos:
Ordénate:
El trabajo interno, el amor propio, es necesario antes de iniciar una relación y durante. Uno no debe olvidarse de su paz y felicidad por estar con otra persona. Más allá de la alegría que esta persona te puede dar, nunca reemplazará la felicidad que vives con Dios.
Ten paciencia:
Nadie los presiona, nadie les obliga a empezar una relación amorosa lo antes posible. Cada cosa tiene su momento y su lugar. Sé amigo(a) de esta persona primero, vayan lento, ténganse paciencia de sus defectos. Vean si lo suyo es solamente emocional o algo más serio.
Ora por la pareja:
Si es una persona especial, más allá si decidiste tener una relación con ella o no, deséale lo mejor que haya en esta vida: Dios. Ora por su salud, su felicidad, para que tenga una relación sana con Él. Pero sobre todo, por su salvación, conversión y paz interior. Saber que Dios, y no tu, es su fuente de seguridad y sentido, ayuda mucho a tener una relación ordenada y santa.
Conócelo(a):
Tómate tu tiempo para conocerlo(a), hazle preguntas sobre su vida, familia, intereses. Pero sobre todo, sobre sus valores, sus perspectivas de lo que consideras esencial en tu vida: religión, familia, amistades, trabajo, etc. No tienen que ser dos personas iguales, pero las diferencias entre ustedes no deberían ser irreconciliables. No dejarás de ser tu por la otra persona, ni la otra por ti.
Pide consejo:
Estar enamorado no es basar tu relación en la opinión de los demás. Al final, la relación es responsabilidad de la pareja y de Dios. Sin embargo, hay muchas personas que han vivido situaciones parecidas a las que posiblemente pases él(ella). Escucharlas, ser humilde y discernir con ayuda no es malo. Inclusive, buscar consejo de matrimonios que consideren fieles a la Iglesia ayuda a oxigenar y ver de manera más objetiva el problema que podrían estar pasando.