¿Te confiesas siempre de lo mismo? Sacerdote da algunos consejos para superar nuestros pecados habituales
¿Confiesas los mismos pecados una y otra vez?
En este episodio del podcast “The Catholic Talk Show”, Ryan Scheel y Ryan Dellacrosse conversan con el Padre Josh Johnson, de Ascension Presents, sobre cómo superar nuestros pecados habituales. El sacerdote explicó que, a menudo, nos enfocamos demasiado en los síntomas del pecado en lugar de su causa, lo que nos lleva a ciclos repetitivos de confesión y recaída.
¿Cuál es la verdadera raíz de tu pecado?
Muchas veces, nuestros pecados provienen de “vicios raíz” ocultos bajo la superficie. El Padre Johnson cuenta que una vez confesó el pecado de la detracción, pero más tarde, en oración, se dio cuenta de que tenía su origen en la acedia.
“La acedia no es solo pereza; también puede manifestarse como un exceso de ocupaciones que nos impide dar prioridad a Dios”, explica.
Reconocer estas causas más profundas, en lugar de limitarse a confesar pecados aislados, nos ayuda a crecer en virtud y a romper con el estancamiento espiritual.
El poder de la oración y el ayuno
A través de la oración, escuchamos la voz de Dios y permitimos que Su gracia transforme nuestro corazón. El Padre Johnson nos recuerda las palabras de Jesús a Pedro: “Si no te mantienes despierto y en oración, caerás en la tentación”.
El ayuno, no solo durante la Cuaresma, sino como una disciplina habitual, también fortalece nuestra vida de oración.
“Si podemos negarnos pequeños placeres, como el azúcar en el café o el botón de repetir en la alarma, podremos empezar a abrazar la vida espiritual ascética”, señala.
Un plan de batalla práctico
Si luchas con los mismos pecados, “no te apoyes solo en la confesión, sino que usa también herramientas prácticas”, recomienda el Padre Johnson. Comienza evitando las ocasiones de pecado, buscando apoyo, uniéndote a grupos de acompañamiento y estructurando tu vida de oración.
El sacerdote afirma que, en última instancia, “la santidad no consiste en no caer nunca, sino en levantarse siempre”.
Los presentadores destacaron que reconocer los vicios raíz de nuestros pecados habituales—como el orgullo, la acedia o la envidia—te ayudará a hacer mejores confesiones y a encontrar una libertad espiritual duradera.