Sacerdotes reaccionan frente al cantante protestante que habló mal de la Virgen
El día de ayer, fiesta oficial del Corpus Christi, fue feriado para Brasil. En este día movimientos evangélicos aprovecharon para realizar un evento llamado “Marcha para Jesús”.
Este terminó con un concierto donde muchos artistas protestantes divirtieron a la multitud, adoraron con ellos a Dios, y cantaron distintas alabanzas.
Uno de los cantantes se llamó Fernando Jerônimo dos Santos Júnior, más conocido por sus fans como Fernandinho. Este, en medio de la euforia del momento, en pleno concierto, dijo algunas palabras que fueron tomadas en contra de la Virgen María:
“¡Brasil no tiene una dama! ¡Brasil tiene un Señor, y su nombre es Jesús Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!”.
Te compartimos el video en portugués en el preciso momento en que dice estas palabras:
Reacción de sacerdotes católicos
Muchos comentaron sobre la postura y las palabras de Fernandinho. No era de esperarse menos, pues Brasil es considerado como uno de los países más católicos del mundo.
En sus cuentas respectivas de facebook, dos sacerdotes compatriotas del cantante dieron su opinión al respecto.
El Padre Gabriel Vila Verde, sacerdote de Sao Paulo, Brasil, indicó:
“El señor Fernando debería entender, que esta ‘Señora’ de los Católicos, fue la primera en marchar con Jesús, y no fue sobre el escenario ni de un trío eléctrico. Fue con Él en el vientre, en el útero. Si hoy este cantante consigue vender sus discos hablando de Jesús, es porque aquella Señora, cuando joven, renunció a sus propios planes y se abandonó a los planes de Dios”.
Mientras tanto, el sacerdote Augusto Bezerra, de la misma ciudad, dijo:
“Mi respuesta a su persona será bíblica, porque quiero que sea bien fundamentalista con el versículo que citaré ¿No está recordando el saludo del ángel a la Virgen María? ¡Él la saluda de una manera muy específica: ‘Ave, llena de gracia’ (Lc 1,28)! Por casualidad, ¿sabes lo que significa ‘Ave’ en la antigüedad? Era un saludo dado exclusivamente al emperador o al rey. Y para no dejar dudas de que era un saludo extraordinario, dice el versículo siguiente: ‘se perturbó ella con esas palabras y se puso a pensar en lo que significaría ese saludo’ (Lc 1,29). Bueno, el arcángel Gabriel la trata como señora, y un hijo la trata como cualquiera. Pero ella es, sí, señora, madre y reina, quiera, o no, y del mundo entero: ‘Ave, reina, ave, señora, de la luz del mundo eres aurora’!”.