Sacerdote recuerda que es necesario un verdadero arrepentimiento para una buena confesión
Confesar nuestros pecados va más allá de simplemente contárselos a un sacerdote; requiere un arrepentimiento sincero. El P. Pierre Martínez Valencia enfatizó la importancia de la contrición del corazón al acercarnos al confesionario.
El Capellán Castrense de la Marina de Guerra del Perú señaló, en un video en su cuenta de Instagram “Criterio Cristiano”, que la confesión no se trata de contar los pecados para luego seguir cometiendolos.
“No es una especie de ‘apaga incendios’, donde uno, que ha cometido pecados y que después sigue queriendo cometer más, se limpia un poquito para seguir manchando”.
La confesión es el sacramento del perdón de Dios, que implica el verdadero arrepentimiento del cristiano.
“El arrepentimiento es contrición de corazón. La contrición es un acto interno en donde el cristiano entiende con dolor que ha ofendido a Dios, su Señor, y no quiere volver nunca más a cometer pecados, porque es a Dios a quien se le ha ofendido.
En la confesión entramos en este misterio del perdón y en nuestra buena disposición para recibirlo. Si nosotros vamos con arrepentimiento verdadero y con el propósito de nunca más volver a ofender a Dios, ciertamente recibimos la gracia del perdón por aquellas palabras que Cristo ha dado a su Iglesia, por las cuales los discípulos de Jesucristo, los apóstoles de Jesús, pueden perdonar los pecados”.
Esta potestad de los sacerdotes de perdonar los pecados la podemos encontrar en Juan 20,22-23:
“Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’”.
El P. Martínez animó a los fieles a acercarse de manera sincera, honesta, humilde y arrepentida al Sacramento de la Confesión, para recibir las gracias necesarias para alcanzar la santidad.
Pasos para una buena confesión
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (303) nos indica 4 pasos esenciales para realizar una correcta confesión:
- Diligente examen de conciencia
- La contrición (o arrepentimiento), que es perfecta cuando está motivada por el amor a Dios, imperfecta cuando se funda en otros motivos, e incluye el propósito de no volver a pecar
- La confesión, que consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote
- La satisfacción, es decir, el cumplimiento de ciertos actos de penitencia, que el propio confesor impone al penitente para reparar el daño causado por el pecado.