¿Sabías que un monje benedictino inventó el nombre de las notas musicales?

Créditos: Unsplash.

DO, RE, MI, FA, SOL, LA SÍ. Esos son los nombres con los que hoy todos conocemos a las notas musicales. ¿Pero alguna vez te habías preguntado de dónde vienen dichos nombres?

En el siglo XI el monje benedictino Guido de Arezzo, considerado el padre de la música, fue quien dio nombre a las notas musicales inspiradas en las sílabas iniciales de unos versos dedicados a San Juan Bautista llamado “Ut queant laxis”.

¿Sabías que un monje benedictino inventó el nombre de las notas musicales?

Se cree que el texto fue compuesto originalmente por Pablo el diácono, otro monje medieval, pero la melodía es de Guido. Por supuesto los versos están escritos en latín y son estos:

Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes.

La traducción sería la siguiente:

Para que puedan
exaltar a pleno pulmón
las maravillas
estos siervos tuyos
perdona la falta
de nuestros labios impuros
San Juan.

Esta melodía tenía la particularidad de que cada frase musical, excepto la última, empezaba con una nota superior a la que le antecedía. Así que el monje benedictino decidió utilizar la primera sílaba de cada frase para identificar las notas musicales con las que se entonaban. Así llamó a este método SOLMIZACIÓN, y posteriormente se le llamaría SOLFEO.

Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes.

Seguramente te estarás preguntando ¿Entonces por qué el DO no se llama UT y por qué el SI no se llama SA?

Bueno, siglos después el musicólogo Giovanni Battista Doni decidió sustituyó el nombre de la nota UT por DO, pues esta sílaba facilitaba el solfeo por terminar en vocal. Aunque algunos sospechan que lo hizo porque DO era la primera sílaba de su apellido Doni. Curiosidades que nunca podremos comprobar.

También siglos más tarde de la muerte de Guido de Arezzo, se decidió que la última nota tomara el nombre de las iniciales en latín de San Juan (Sancte Ioannes), ya que esta notación se inspiró en un canto en honor al bautista.

¡Genial! ¿Verdad? Ahora ya tienes un dato súper católico e interesante para comentar con tus amigos.

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