¿Por qué llamamos capillas a algunas iglesias? Todo comenzó con un santo soldado
Si eres católico, seguramente has visitado una capilla para orar o encontrar un momento de paz. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde proviene ese nombre? Conoce el origen de esta palabra, que está relacionada a un santo que era soldado.
La cuenta @porfincatolica compartió en Instagram cómo el gesto de caridad de San Martín de Tours dio origen a este peculiar nombre:
“¿Sabías que es por San Martín de Tours que a las capillas se les llama capillas?
Durante el siglo IV, estando de militar en Francia, Martín se encontró con un hombre medio muerto de frío en un día de invierno gélido. Martín, sin pensarlo dos veces, sacó su espada, cortó su capa en dos, dándole una mitad al pobre hombre.
Esa noche, vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con la media capa que él había regalado al pobre, y oyó que le decía: “Martín, hoy me cubriste con tu manto”.
Cuando, el 11 de noviembre de 397, San Martín fue enterrado, el medio manto fue guardado como reliquia en una urna y se le construyó un pequeño santuario. Como en latín para decir “medio manto” se dice capilla, la gente decía: “Vamos a orar donde está la capilla”.
Y de ahí viene el nombre de capilla, que se da a los pequeños salones que se hacen para orar”.
¿Quién fue San Martín de Tours?
Martín nació en Panonia (actual Hungría) alrededor del año 316 en una familia pagana. Su padre era un tribuno militar, por lo que, ingresó a los 15 años a la guardia imperial romana, siguiendo la tradición familiar.
Alrededor del 335, el joven soldado es enviado a realizar rondas nocturnas. Durante un crudo invierno, encontró a un mendigo y, movido por la compasión, le ofreció la mitad de su manto. Esa misma noche, Jesús se le apareció en sueños para destacar su acto de caridad.
Este acontecimiento marcó profundamente su vida, y en la siguiente fiesta de Pascua recibió el bautismo.
Apenas le es posible, Martín deja el ejército y se une a los discípulos de San Hilario de Poitiers, adoptando una vida ascética y de oración constante.
Promovió la construcción del primer monasterio en Europa, donde vivió como monje durante décadas.
“El ex soldado que había revestido a Cristo pobre se vuelve pobre él mismo, tal como lo había deseado. Reza y anuncia la fe recorriendo Francia donde muchos aprenden a conocerlo. Gracias a su popularidad llega a ser obispo de Tours en el año 371. Martín acepta, pero con su estilo. Rechaza vivir como un príncipe para que la gente que está en la miseria, los presos y los enfermos siga encontrando una casa bajo su manto”, señala Vatican News.
Martín falleció en el año 397 en Candes (actual Candes-Saint-Martin). Se le considera el patrono de la Guardia Suiza, de países como Francia y Hungría, y de ciudades como Buenos Aires (Argentina).