La oración por los sacerdotes de San Juan Pablo II
En su exhortación apostólica, Pastores Dabo Vobis, San Juan Pablo II presentó una hermosa oración para los sacerdotes de la Iglesia.
Lo dedicó a Nuestra Señora, explicando que ella ora por todos y cada uno de ellos. Ella era “María, Madre y Maestra de nuestro sacerdocio”.
Añadió que “todos los aspectos de la formación sacerdotal pueden ser referidos a María, el ser humano que ha respondido mejor que ningún otro al llamado de Dios“.
San Juan Pablo II continuó diciendo que “María fue llamada a educar al único sacerdote eterno, que se volvió dócil y sujeto a su autoridad materna. Con su ejemplo e intercesión, la Santísima Virgen vigila atentamente el crecimiento de las vocaciones y la vida sacerdotal en la Iglesia“.
Aquí está la oración de San Juan Pablo II por los sacerdotes:
Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad
y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.
Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
oh Madre del Salvador.
Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas
hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria,
a los sacerdotes de tu Hijo,
oh Arca de la Alianza.
Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenáculo
implorabas el Espíritu
para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros
la plenitud de los dones,
oh Reina de los Apóstoles.
Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida
y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principio
a los llamados al sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su ministerio,
oh Madre de los sacerdotes. Amén.