Estas son 5 razones (no religiosas) para no convivir antes de casarte
Jennifer Fulwiler es una escritora cristiana conversa, esposa, madre, conferencista y bloguera.
Tuvo una vida sumergida en la cultura secular postmoderna, cambió muchas veces de religión y formas de vida.
Poco a poco, junto a su pareja regresaron a los círculos cristianos, y se toparon con las antiguas reglas religiosas sobre cómo vivir el noviazgo y el matrimonio.
Aunque al principio percibieron estas normas como retrógradas y estrictas, pronto vieron lo práctico y conveniente que eran. Sobre todo la regla de no convivir antes de casarte.
Estas son las razones no religiosas de Jennifer para no convivir antes del matrimonio:
Convivir te puede llevar a casarte demasiado pronto
Convivir con la pareja puede hacer que no haya el espacio para pensar si esa persona es realmente la indicada para casarte. El matrimonio aparece como una opción predeterminada, automática, y no una bien meditada.
Ya no tiene sentido una pedida de mano
La pedida de mano o propuesta matrimonial pierde sentido. Por más adornada y romántica que pueda ser la pedida de mano, la convivencia elimina la noción de que son ambos los que están por lanzarse a una nueva aventura juntos.
Se pierde el sentido de la mayoría de las tradiciones de la boda
La boda tiene mucha simbología de renuncia a la vida anterior y el ingreso a una nueva, la familia entrega a su hijo o hija a la nueva pareja. Todo este significado se pierde con la convivencia.
Das el mensaje de que el matrimonio no es importante para ti
Aunque no se diga explícitamente, el convivir con la otra persona y no esperar al matrimonio, da un mensaje contra de este y la valía de la propia persona. Al convivir estaríamos diciendo que la espera y entrega en el sacramento, del compromiso y hasta de uno mismo, no valdrían la pena.
Limita tus opciones
Cuando estás conviviendo con alguien que no es ideal para ti, pierdes oportunidades de conocer a la persona que podría ser la llamada a compartir la vida contigo. Vivir juntos hace que sea difícil salir de las relaciones tibias.
Nota original de ChurchPop