¿Enfrentas dificultades u obstáculos? Acude a la intercesión de la Virgen Desatanudos

María, la que Desata los Nudos por Johann Georg Melchior Schmidtner. Créditos: Dominio público.

Al comienzo de su pontificado, el Papa Francisco promovió una querida advocación mariana que conoció mientras estudiaba en Alemania como joven jesuita: Nuestra Señora Desatanudos.

Como arzobispo, impulsó la devoción en Argentina y, ahora como Papa, la ha extendido a toda la Iglesia Universal. La fiesta de María bajo el título de “Nuestra Señora Desatanudos” se celebra el 28 de septiembre.

La imagen de la Virgen Desatanudos presenta a María como una madre compasiva y gentil que desata las dificultades, pecados y obstáculos que enfrentamos, llevándonos a una conexión más profunda con Dios y a una mayor libertad en nuestro camino espiritual.

Estatua de Nuestra Señora Desatanudos en la Basílica de San Vitale en Roma. Créditos: Jacob Stein / Crux Stationalis.

¿Cómo conoció el Papa Francisco esta advocación mariana?

El Papa nunca ha visitado Augsburgo, donde se origina esta devoción. Sin embargo, mientras estudiaba en Alemania en la década de 1980, una monja le envió al entonces padre Jorge Mario Bergoglio una tarjeta de Navidad con esta imagen de la Virgen.

El Santo Padre no encontró la pintura barroca original una obra de arte significativa, pero el mensaje de Nuestra Señora Desatanudos despertó su curiosidad.

El origen de la imagen

En la imagen, María sostiene una cinta blanca con nudos atados en ella. Asistida por los ángeles, la Virgen va desatando los nudos.

Los orígenes de la devoción a Nuestra Señora Desatanudos se remontan a Augsburgo (Alemania), en 1612. En ese momento, una pareja casada, Wolfgang Langenmantel y Sophia Rentz, estaban al borde del divorcio. Desesperado por salvar su matrimonio, el esposo buscó el consejo del sacerdote jesuita, Padre Jakob Rem.

Inspirado por el Padre de la Iglesia del siglo II, San Ireneo, el Padre Rem tomó la cinta utilizada en la ceremonia de bodas de la pareja, y ambos rezaron a la Virgen María.

La inspiración provino de los escritos de San Ireneo contra las herejías, donde hablaba de María, diciendo:

“El nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe lo desató la Virgen María por su fe” (Adversus haereses, 3, 22, 4; ver Catecismo de la Iglesia Católica, 494).

Inspirado de esta manera, el sacerdote y el esposo pidieron a María que desatara los nudos de las peleas matrimoniales de la pareja y suavizara la cinta simbólica que los había unido en matrimonio. Sus oraciones fueron respondidas y la pareja se reconcilió, viviendo su vida en armonía.

Muchos años después, alrededor del año 1700, su nieto, el Padre Hieronymus Langenmantel del Monasterio de San Pedro en Augsburgo, encargó al artista Johann Melchior Georg Schmidttner la creación de una pintura titulada "María, la que Desata los Nudos".

Esta pintura, testimonio del poder de la intercesión de María, permanece hasta el día de hoy en la Iglesia de San Pedro am Perlach en el centro de la ciudad de Augsburgo, Alemania.

El significado de los nudos

Los "nudos" representan las diversas luchas y cargas de la vida humana, desde pecados personales y culpas hasta conflictos interpersonales y heridas emocionales.

Los nudos también pueden simbolizar miedos, inseguridades, dudas o problemas que parecen abrumadores e irresolubles. Así como un nudo puede hacer algo rígido y restringido, estos nudos espirituales y emocionales hacen que la vida sea pesada, llevándonos a sentirnos atrapados o atados por nuestras circunstancias.

La devoción resalta la creencia católica en la poderosa intercesión de María, quien, a través de su cuidado maternal, intercede con su Hijo, Jesucristo, para liberar a los fieles de estos enredos.

Al confiar nuestras dificultades a ella, la Virgen trabaja de manera gentil y amorosa para desatar los nudos en nuestras vidas, sin importar cuán desesperados o complejos puedan parecer.

Como madre amorosa, María está activamente involucrada en la vida de sus hijos, desatando nudos de manera cercana, cuidadosa y compasiva.

La imagen original de Nuestra Señora Desatanudos en la Iglesia de San Pedro am Perlach en Augsburgo, Alemania. Créditos: Jacob Stein / Crux Stationalis.

Su significado teológico

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos está profundamente arraigada en la teología, basada en el papel de María en la salvación. Los Padres de la Iglesia primitiva a menudo comparaban a María con Eva: mientras que la desobediencia de Eva trajo el nudo del pecado, la obediencia de María lo desató, conduciendo a la salvación. La sumisión de María a la voluntad de Dios, que culmina en la Encarnación de Jesús, es central para la redención de la humanidad.

La Virgen Desatanudos ofrece una imagen reconfortante de María como Madre amorosa, lista para ayudar con luchas personales, problemas interpersonales o pruebas espirituales. Los católicos son alentados a confiar en su intercesión y en la providencia de Dios, sabiendo que a través de ella, incluso los problemas más complejos pueden resolverse en un mundo lleno de incertidumbre.

A través de las manos de María, los nudos que nos atan pueden ser desatados, y podemos avanzar con esperanza y confianza.

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