"En unos días todo se vino abajo", Sacerdote abandona la única iglesia católica de Afganistán
El padre Giovanni Scalese era responsable de la única iglesia católica en Afganistán, la Capilla de Nuestra Señora de la Divina Providencia, ubicada dentro de la embajada italiana. Pero debido a la toma del país por parte del grupo terrorista talibán, ¡tuvo que abandonar el país!
“En unos días todo se vino abajo”, Sacerdote abandona la única iglesia católica de Afganistán
El sacerdote y cinco monjas de la congregación de Santa Teresa de Calcuta abordaron esta semana un vuelo militar llevando consigo a 14 niños con discapacidad que vivían en el orfanato que dirigen en Kabul. En total, alrededor de sesenta niños han sido atendidos por el centro desde 2006, pero lamentablemente no todos han podido ser sacados del país.
Al llegar a Roma, el sacerdote italiano pidió a la gente que siguiera rezando por Afganistán: “No podemos abandonar este país y su pueblo que sufre”, dijo.
Sobre los últimos momentos antes de salir de Kabul, dice que “fuera de las puertas de nuestra embajada, había talibanes que, si querían hacernos daño, podrían haberlo hecho. Pero no pasó absolutamente nada. Estaba más preocupado por las Misioneras de la Caridad, que se quedaban en su casa y por tanto estaban más expuestas y asustadas”.
También informa que hubo un primer intento de abordar, pero las cosas no salieron según lo planeado. “Solo logramos atravesar la entrada la otra noche. No fue fácil pasar por tanta gente y esa enorme tensión. Los talibanes, entre otras cosas, emitieron una advertencia de que cerrarían los carriles del aeropuerto a los afganos y permitirían el paso solo a extranjeros. Nada más llegar nos abordaron en un vuelo militar que hizo escala en Kuwait antes de llegar a Roma”.
El padre Giovanni dice que no esperaba que la salida de Afganistán fuera “tan repentina y abrupta”. Según él, “todos estábamos esperando una conclusión más negociada, un gobierno de transición o de unidad nacional. Pero en unos días todo se vino abajo: gobierno, ejército, fuerzas policiales. Los talibanes ni siquiera lucharon por tomar el poder: simplemente se hicieron cargo. Esto tenía un lado bueno, en parte, porque evitaba un baño de sangre. Ya ha habido muertos, pero no es una guerra civil ”.
El misionero, que es miembro de la congregación del clero regular en São Paulo, dice que quiere regresar al país para continuar los proyectos de la Iglesia y las iniciativas de evangelización, pero lamentablemente esto es algo que parece muy lejano en este momento.
¡Oremos por Afganistán!
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