Así fue la terrible visión de una beata de Martín Lutero en el Infierno
¡Esta visión del destino de Martín Lutero es terrible! En 1883, la Beata Hermana María Serafina Micheli, fundadora de las Hermanas de los Ángeles, pasaba por la ciudad de Eisleben, Sajonia, Alemania. Eisleben es la ciudad natal de Lutero, y ese día era el cuarto centenario de su nacimiento.
El emperador alemán William I presidiría las ceremonias conmemorativas del líder protestante, y las calles estaban llenas, llenas, esperando las celebraciones.
La hermana Serafina Micheli quería escapar del ruido y la emoción, y fue a buscar una iglesia para rezar, pero era de noche y las iglesias estaban cerradas.
La hermana Serafina encontró una con las puertas cerradas y se arrodilló en los escalones de la entrada principal. Sin embargo, debido a la falta de luz, no se dio cuenta de que la iglesia no era católica sino protestante.
La visión de Martín Lutero en el Infierno
En su narración, ella indicó que, mientras oraba, su ángel guardián apareció y le dijo:
“Levántate porque este es un templo protestante“.
Y agregó:
“Quiero hacerte ver el lugar donde Martín Lutero fue condenado y el castigo que sufre por su orgullo“.
Después de estas palabras, la beata vio una horrible vorágine de fuego en la que un número incalculable de almas eran cruelmente atormentadas.
Al fondo de esta vorágine había un hombre: Martín Lutero.
Se distinguió de los demás porque estaba rodeado de demonios que lo obligaban a arrodillarse.
Todos estos espíritus inmundos equipados con martillos se esforzaron en vano para poner un gran clavo en su cabeza.
La monja estaba horrorizada por lo que vio. Y pensó que si las personas en la fiesta vieran esa escena, ciertamente no impondrían honores, recuerdos, celebraciones a tal personaje.
Desde entonces, ella estaría convencida de que Martín Lutero fue condenado al infierno, especialmente por el primer pecado capital: la soberbia. Este pecado lo llevó a volverse contra la Iglesia Católica y generar división en toda Europa.
La hermana Serafina fue beatificada en la diócesis de Cerreto Sannita, provincia de Benevento, el 28 de mayo de 2011.
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