El asombroso suceso que convirtió a San Gregorio Magno en el "abogado del purgatorio"

Créditos: Dominio público.

A San Gregorio Magno se lo conoce como “el abogado de las almas del purgatorio”. ¿Sabes por qué? Esta es la increíble historia.

San Gregorio Magno fue un Papa que vivió entre 540 y 604 d.C. La historia asombrosa que le dio fama como un especial intercesor por las almas del purgatorio aparece en el Libro IV de su Diálogos, una obra atribuida a este Sumo Pontífice.

San Gregorio Magno, abogado de las almas del purgatorio

Según comenta el santo, en su monasterio hubo un monje llamado Justo que había violado la regla de pobreza de la orden atesorando tres monedas de oro. Llegado el momento de su muerte le confesó a otro hermano llamado Copioso lo que había hecho.

Enterado de esta situación, San Gregorio Magno se puso a pensar de qué manera podía ayudar a la purificación del alma del hermano moribundo y qué medida tomar para dar un ejemplo a los hermanos vivos.

Entonces el santo tomó una decisión dura pensando en Justo: “Ve y que ninguno de los hermanos este junto a el cuando muera, y que reciba palabras de consolación de boca de ninguno de ellos. Y, cuando en el momento de la muerte pregunte por los hermanos, que su hermano carnal le diga que todos ellos han abominado de el por las monedas de oro que ha tenido guardadas en secreto”.

Aunque parece duro, el santo esperaba que “la amargura de su muerte le hiciera perdonable a él su pecado“.

Llegado el momento de su muerte, Justo preguntó por qué ningún hermano le dirigía la palabra, y un hermano le contó. Entonces el monje se arrepintió profundamente de su pecado y falleció.

Hasta aquí esta parte de la historia. Pero ocurrió algo inesperado…

A los treinta días de la muerte de Justo, San Gregorio Magno comenzó a compadecerse del hermano difunto y a pensar con profundo dolor en sus suplicios que debía estar atravesado en el purgatorio.

Entonces el santo llamó al superior del monasterio llamado Precioso y le indicó que desde esa fecha, celebrara treinta misas -una cada día- “de manera que no pase ni un solo día en el que no se ofrezca el sacrificio de la hostia salutífera por su perdón”.

Y el Justo se apareció a un hermano

Ya habían perdido la cuenta de los días que habían pasado y el hermano Justo se apareció a Copioso en un sueño. Copioso le preguntó cómo estaba y Justo respondió: “Hasta este momento he estado mal, pero ahora ya estoy bien, pues hoy mismo he recibido la comunión“.

¡La Santa Misa y el sacrificio de Cristo libera las almas del purgatorio!

Oración corta de San Gregorio Magno a Jesús por los pecadores

Esta oración se atribuye al santo.

Oh Señor Jesús, buen Pastor, preserva a los justos, perdona a los pecadores, ten piedad de todos los fieles y ten buena disposición para conmigo, miserable e indigno pecador.

Amén. 

Padre Nuestro. Ave María.

¡San Gregorio Magno, ruega por nosotros!

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