"Dios me usó de instrumento": deportista olímpico rescata joven que se estaba ahogando
El médico y atleta olímpico Bruno Lobo protagonizó un heroico momento al salvar a una joven que era arrastrada mar adentro por la corriente. El destacado kitesurfista atribuyó su presencia en el lugar y momento precisos a la providencia de Dios.
El deportista compartió su testimonio en redes sociales, destacando que todo lo ocurrido el 10 de enero fue obra de Dios, quien lo utilizó como instrumento para salvar la vida de Maria Eduarda.
Lobo relató que ese día salió al mar para probar un nuevo soporte para su cámara. Al entrar al agua por segunda vez, decidió dirigirse hacia la zona costera, una dirección que, por la hora, no habría elegido en condiciones normales.
“Así que estaba en el lugar correcto en el momento indicado. En ese momento pasé cerca de una joven que se estaba ahogando. Ella ya estaba muy lejos, la marea había cambiado y la estaba arrastrando mar adentro. Me acerqué rápidamente, intenté calmarla y utilicé mi equipo para rescatarla. Con la ayuda de mi cometa y la tabla, que tiene flotación, logré sacarla un poco del agua y traerla a la orilla de manera segura.
Realmente creo que estaba en el lugar correcto en el momento indicado. Estoy muy agradecido con Dios por haber sido su instrumento para realizar este rescate. Eso fue más o menos lo que ocurrió”.
Lobo pidió a todos tener cuidado al ingresar al mar y advirtió de evitar pasar la línea de rompimiento de las olas, porque las “corrientes y la marea pueden arrastrarlos mar adentro, como le ocurrió a esta joven”.
Además, agradeció a todos los que le mandaron mensajes de felicitaciones y felicitó a los salvavidas que brindaron auxilio inmediato a María Eduarda cuando lograron acercarse a la orilla.
“Estoy feliz de haber podido ayudar a esta joven y le deseo todo lo mejor”, concluyó.
El video se ha vuelto viral y ya cuenta con más de 173 mil me gusta. En los comentarios, muchas personas dejaron mensajes de apoyo al deportista, entre ellas la joven a la que salvó.
“¡No hay palabras para describir mi gratitud hacia ti! Fuiste la salvación que Dios y mis guías enviaron para mí. Realmente no habría soportado si hubiera pasado más de 5 minutos en alta mar, incluso sabiendo nadar y utilizando técnicas contra el ahogamiento. ¡Muchísimas gracias y deseo lluvias de bendiciones en tu vida!”, indicó Maria Eduarda.