Diácono recién ordenado no logra contener las lágrimas al distribuir la Comunión

Crédito: @suyapa_medios, Instagram

El diácono transitorio Dixie Ballesteros Hernández, de la Arquidiócesis de San Pedro Sula, en Honduras, no pudo contener la emoción al distribuir el Cuerpo de Cristo a los fieles justo después de recibir el sacramento del Orden. ¡El video conmovió a los internautas!

Dixie está en formación para ser sacerdote y, hace algunas semanas, dio un paso importante hacia la plena realización de su vocación: fue ordenado diácono transitorio. La ceremonia tuvo lugar el 1 de marzo en la Catedral de San Pedro Apóstol, en San Pedro Sula, Honduras.

Un momento en particular ha conmovido a los fieles: el instante en que el recién ordenado diácono aparece visiblemente emocionado mientras distribuye la Comunión. Sin poder contener las lágrimas, los fieles lo consuelan y le brindan su apoyo.

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La ceremonia de ordenación fue transmitida en la página de Facebook de RADIO LUZ - La voz que te ilumina.

En su cuenta en redes sociales, el nuevo diácono Dixie Ballesteros compartió fotos de este día tan especial y destacó:

"Soy Diácono, no por mérito, sino porque Dios se sigue valiendo de instrumentos imperfectos para comunicar su gracia perfecta. Soy diácono por gracia de Dios".
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Te dejamos algunas fotos de la ceremonia:

El Catecismo de la Iglesia Católica indica sobre la función de los diáconos:

“Desde los orígenes, el ministerio ordenado fue conferido y ejercido en tres grados: el de los obispos, el de los presbíteros y el de los diáconos. Los ministerios conferidos por la ordenación son insustituibles para la estructura orgánica de la Iglesia: sin el obispo, los presbíteros y los diáconos no se puede hablar de Iglesia” (CEC 1593).
“Los diáconos son ministros ordenados para las tareas de servicio de la Iglesia; no reciben el sacerdocio ministerial, pero la ordenación les confiere funciones importantes en el ministerio de la palabra, del culto divino, del gobierno pastoral y del servicio de la caridad, tareas que deben cumplir bajo la autoridad pastoral de su obispo” (CEC 1596).

Qué hermoso y conmovedor testimonio. ¡Oremos por las vocaciones!

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