De niño vio a su familia ser asesinada por su fe, se convirtió en el “catequista peregrino” y hoy está en los altares
El 20 de septiembre, la Iglesia recuerda el testimonio de los 103 mártires coreanos que entregaron sus vidas defendiendo la fe católica. Entre ellos, destaca la vida de San Pablo Chong Hasang, conocido como el catequista peregrino.
En su página web, el Vaticano indicó que una de las peculiaridades de la Iglesia en Corea es que fue fundada por laicos.
“Como dice el Misal Romano, citando el evangelio de s. Juan: ‘el Espíritu sopla donde quiere’, (cf Jn 3, 8-10), y en esta estrecha península en el extremo oriental del mundo el Espíritu Santo ha soplado en los corazones de muchas personas que abrieron sus corazones a la nueva fe traída por las delegaciones eclesiásticas chinas que visitaban Corea cada año, ya desde principios del 1600”, agregó.
Si bien el mártir coreano más conocido es San Andrés Kim, primer sacerdote católico nacido en Corea, la vida de San Pablo Chong Hasang es sin duda un ejemplo de fe que inspira décadas después.
El catequista peregrino
Según indica la Conferencia Episcopal de Corea, Pablo Chong Ha-sang nació en 1795 en Mahyon, en la Provincia de Kyonggi (Corea del Sur). Proveniente de una familia noble, presenció a sus 7 años, el martirio de gran parte de su familia.
Su padre, Chong Yak-jong Augustine, que escribió un catecismo llamado “Importancia de las Doctrinas del Catolicismo”, fue martirizado en 1801, junto al hermano mayor de Pablo, Chong Ch'ol-sang Charles.
Las propiedades de su familia fueron confiscadas y tuvo que vivir en la extrema pobreza. Sin embargo, gracias a la fuerte devoción de su madre, Yu So-sa Cecilia, Pablo aprendió la fe católica.
A los 20 años, se mudó a Seúl, actual capital de Corea del Sur, para ayudar a traer más almas a Cristo y servir a la Iglesia, que vivía sin un sacerdote por las intensas persecuciones.
El catequista peregrino realizó al menos 15 peregrinaciones a China, para llevar sacerdotes y misioneros a Corea desde Pekín.
“Mientras Pablo era huésped del obispo francés de Imbert, que había ayudado a entrar en Corea y que quería consagrarlo como sacerdote, Pablo fue detenido durante las persecuciones anticristianas y martirizado el 22 de septiembre de 1839”, indicó el Vaticano en su página web.
San Pablo Chong Hasang, ruega por nosotros