De las canteras del Real Madrid a misionero en África y el sacerdocio

P. Ignacio Amorós. Créditos: Se Buscan Rebeldes - Canal Católico, Youtube

El P. Ignacio Amorós alguna vez soñó con brillar en las canchas del Real Madrid, pero encontró su verdadera vocación trabajando como misionero en África y en el testimonio de la Madre Teresa de Calcuta, a quien conoció personalmente. 

Cambió el mundo de las finanzas por una vida completamente distinta: lo dejó todo para dedicar su vida a Dios y a los más necesitados.

En una entrevista en el programa de radio “Hijos de Punta”, el sacerdote relató su peregrinaje en la fe, su decisión de ingresar a la vida religiosa y cómo servir a los más necesitados cambió su vida.

“Sobre todo yo soy un pecador, salvado por Jesucristo y que ha encontrado ahí la alegría y que quiere compartir esa alegría con los demás”, indicó el P. Amorós, conocido por su proyecto de evangelización digital “Se buscan rebeldes”.

Desde joven se dedicó al fútbol en España, donde jugó en la cantera del Real Madrid, el equipo de sus amores. Sin embargo, a pesar de su pasión, diversas razones y algunas lesiones, lo llevaron a dejar las canchas y estudiar una carrera universitaria.

“Estudié empresariales y banca de inversión en una universidad aquí en España, que es de la asociación de la banca española, y luego estuve trabajando en Londres de broker de derivados durante dos años y medio”, relató.
“También me dedicaba al mundo de la empresa, montaba algunos negocios, siempre he sido un poco emprendedor, pero siempre tenía dentro esa llamada a dar la vida por amor, a dar la vida por Dios”, agregó.

La misión en África y el llamado al sacerdocio

El P. Amorós creció en una familia solvente de Madrid, dedicada principalmente al mundo de la banca. A pesar de su cercanía con la fe desde pequeño, realmente empezó a creer a los 18 años.

Ese verano viajó a la India, a la casa de las Misioneras de la Caridad, buscando descubrir qué es lo que Dios quería de él. Durante los dos meses que trabajó en Calcuta, conoció a la Madre Teresa, una experiencia que cambió su vida.

“Entonces me encontré con Dios y a mí, lo que me llevó Dios es el amor a los demás, el amor al prójimo, a la misión, al servicio, y ahí entró una figura, una mujer en mi vida que me cambió que es Madre Teresa de Calcuta, y la conocí entonces, y le pedí la gracia de saber ayudar a los demás, especialmente a los más pobres”.

“La pobreza no es solo no tener digamos lo material, la miseria es también cuando hay un grado de sociedad y de pobreza moral, y entonces ahí estuve trabajando con las misioneras de la caridad y la madre Teresa en una casa de moribundos y de niños que recogían de la calle, y planteándome un poquito qué es lo que Dios quería de mí y a mí lo que me enamoró de la iglesia y del cristianismo es la belleza la caridad cristiana”.

Al finalizar este viaje, el joven Ignacio llegó a Burundi, en África.

“Lo que hice después de la India fue empezar a ir a la casa donde no iba nadie, que es Burundi, en la frontera con Ruanda, una casa de huérfanos. Empezamos a ir jóvenes de España, a trabajar, y a llevar medicinas, a construir escuela, y la verdad es que fue precioso, y lo que yo me di cuenta es que se cumplía algo, es como una ley en la vida, que cuanto más amas a los demás, cuanto más te entregas, eres más feliz”.

Luego de su encuentro con Dios en los más necesitados, ingresó al seminario a los 27 años, en 2013.

“Ya veía que el Señor me pedía ser sacerdote y después de discernirlo, de rezarlo mucho, el Señor te conquista el corazón”, indicó el sacerdote en una entrevista a ACI Prensa.

El viaje a Uruguay y la evangelización digital

“Cuando entré ya en el camino del sacerdocio y decidí dejarlo todo para seguir a Jesucristo en la Iglesia Católica, me llamaron varios obispos de Uruguay y me contaron que necesitaban ayuda allí, especialmente en Maldonado, y que si me animaba a ir, y nada, después de un proceso, pues me animé a venir y a trabajar aquí en la Iglesia”, indicó.

El P. Amorós ahora lleva su misión también en el mundo digital y en el año 2020 abrió la iniciativa  “Se buscan rebeldes”, que ahora cuenta con miles de seguidores en la redes sociales.

Con este medio de evangelización, el sacerdote busca “traer al siglo XXI esa rebeldía frente a lo mundano, a lo que no llena, para seguir a Jesucristo, que es el que cambió el mundo con la revolución del amor, del servicio, y a Dios Padre, que nos ha querido abrir las puertas del cielo”. 

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