El sorprendente milagro eucarístico que ocurrió en la Navidad
Era 25 de diciembre de 2013, y como todas las navidades, el Santuario de San Jacinto, en Legnica, Polonia; celebraba la Misa correspondiente al día del Nacimiento de Jesús.
Mientras transcurría la celebración, en un momento de la comunión, una hostia cayó al piso. Siguiendo los procesos que establece la Iglesia para respetar las especies sagradas, el sacerdote colocó la Eucaristía en un recipiente con agua bendita y la guardó en sagrario.
Allí quedó la cuestión ese día de Navidad de 2013. Sin embargo, dos semanas después, el sacerdote descubrió que la hostia tenía una coloración roja. Enseguida avisó al obispo y este estableció una comisión a quien se le encargó la tarea de observar el fenómeno.
¡Y cual fue la sorpresa luego de que el Departamento Forense de Medicina diera los resultados!
Así lo comentó en un comunicado oficial el obispo de Legnica Zbigniew Kiernikowski:
“En la imagen histopatológica se encontraron fragmentos de tejido, los cuales contenían partículas fragmentadas de tejido muscular estriado. Toda la imagen […] es muy similar a la de un músculo cardíaco […] que muestra cambios típicos de una agonía. El ADN muestra que el tejido es de origen humano”.
¡Era un milagro eucarístico de Navidad!
El obispo envió los resultados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien, por el momento y mientras evalúa en profundidad los resultados, autorizó a publicar los resultados de la investigación. En 2014, una pequeña porción de la materia roja se puso en un corporal.
Entre tanto, el obispo encargó a Andrzej Ziombra, párroco de la parroquia de San Jancinto, preparar un lugar apropiado para la exposición de la reliquia, para que los fieles vayan a venerarla. Y desde entonces, fue testigo de numerosss historias de conversiones por este milagro eucarístico de Navidad.
Esto comentaba a mediados de 2020 el sacerdote: “mi tarea es recabar información sobre curaciones milagrosas, conversiones o temas relacionados con el movimiento de peregrinaje, y ya es visible que hay conversiones milagrosas, hay curaciones milagrosas“.
“Hay una persona en nuestra parroquia que ha sido hostil a la Iglesia toda su vida e incluso ha luchado contra ella. Quien también cometió varios delitos. De manera inexplicable y extraordinaria llegó a casa, quiero decir que Dios lo convirtió y después de 50 años se confesó y recibió su primera Comunión. Y de hecho, cambió radicalmente su vida, su actitud hacia Dios, se convirtió en un creyente muy ardiente”, cuenta el padre Andrzej Ziombra. Y esta es una de las tantas conversiones de este milagro eucarístico de Navidad.
“Todo esto es también para mí una señal, una confirmación de que Dios ha enviado este impulso a todo el mundo, para que todo el mundo medite en el milagro eucarístico en Legnica y pregunte: ¿Qué me dirá Dios a través de este signo?“, concluye el padre.
Este milagro eucarístico que sucedió en la Navidad de 2013, parece reunir tres hechos que Jesús obró para nuestra salvación: un Dios que se encarna y nace como un pequeño niño, un Dios que se entrega por nosotros en el sacrificio de la Cruz, y un Dios que siempre nos espera en la Eucaristía.