¿Buscas un esposo que sea santo? Una poderosa oración a San Rafael Arcángel
¡Esta es una oración hermosa para cualquiera que busque un cónyuge santo! Si crees que estás llamado al matrimonio, encontrar un cónyuge bueno y santo puede ser difícil.
San Rafael es considerado un patrón para encontrar un cónyuge santo.
Después de que un demonio mató a cada uno de los siete cónyuges anteriores de Sarah, San Rafael derrotó al demonio. Llevó a Tobías a Sarah, lo que les permitió casarse con éxito.
¡Entonces es posible encontrar un cónyuge santo! Simplemente ora, y si es la voluntad de Dios, él lo guiará a la persona adecuada.
San Rafael puede reconfortarte cuando parezca imposible encontrar un cónyuge santo, y darte la esperanza de saber que lo es.
Oración a San Rafael por un cónyuge santo
San Rafael, amoroso patrón de quienes buscan un cónyuge, ayúdame en esta decisión suprema de mi vida. Encuentra para mí como ayudante en la vida a la persona cuyo carácter pueda reflejar algunos de los rasgos de Jesús y María.
Que él (ella) sea recto, leal, puro, sincero y noble, para que con esfuerzos unidos y con amor casto y desinteresado, ambos podamos esforzarnos por perfeccionarnos en alma y cuerpo, así como en los hijos que le plazca a Dios y confíe a nuestro cuidado.
San Rafael, ángel del casto noviazgo, bendice nuestra amistad y nuestro amor, para que el pecado no participe en ella. Que nuestro amor mutuo nos vincule tan estrechamente que nuestro futuro hogar sea más parecido al hogar de la Sagrada Familia de Nazaret.
Ofrece tus oraciones a Dios por los dos y obtén la bendición de Dios sobre nuestro matrimonio, ya que fuiste el heraldo de la bendición para el matrimonio de Tobías y Sara.
San Rafael, amigo de los jóvenes, sé mi amigo, porque siempre seré tuyo. Deseo siempre invocarte en mis necesidades.
A su especial cuidado confío la decisión que debo tomar sobre mi futuro esposo (esposa).
Dirígeme a la persona con la que puedo cooperar mejor para hacer la Santa Voluntad de Dios, con quien puedo vivir en paz, amor y armonía en esta vida, y alcanzar el gozo eterno en la próxima. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria, en honor a San Rafael.