9 ideas poco convencionales de la Madre Angélica para vivir la Cuaresma
Como católicos, estamos llamados a transformar nuestros corazones y nuestra relación con Jesús durante el tiempo de Cuaresma.
Mientras muchos eligen una sola cosa de la cual ayunar o en la que trabajar durante esta temporada penitencial, algunos buscan actos de penitencia generales que puedan extenderse mucho más allá de la Cuaresma.
Aquí te presentamos nueve ideas poco convencionales para la penitencia cuaresmal según la maravillosa Madre Angélica—¡muchas de las cuales pueden practicarse durante todo el año!
1) ¡Controla tu temperamento!
"¿Por qué no ofreces tu temperamento en Cuaresma? Eso es lo que yo voy a hacer. Quiero renunciar a mi mal genio e intentar ser amable con mis enemigos, dondequiera que estén. ¡Pero es agradable ser amable con los enemigos cuando ni siquiera sabes quiénes son!".
2) Pero primero, sé amable en casa
"A veces somos tan amables con las personas fuera de casa, pero cuando llegamos, nos comportamos como osos. ‘¿Qué quieres?’
¡Jamás le dirías eso a alguien en la calle! Dirías: ‘¿Puedo ayudarte?’. Pero en casa: ‘Búscalo tú mismo’".
3) Un desafío cuaresmal para los conductores
"¿Quieres una buena penitencia? No criticar a los demás mientras conduces. Yo no manejo, pero cuando alguien toca la bocina en nuestro auto, ¡me vienen pensamientos! Te digo que los tengo. Pero no los expreso. ¡Y eso es una buena penitencia para la Cuaresma!".
4) Reconoce las buenas intenciones de los demás
"No te das cuenta de cuántas penitencias diarias tenemos. Como beber un té que no te gusta cuando alguien te lo prepara con amor. Parece agua de lavavajillas, pero sonríes y dices: ‘¡Oh, gracias!’".
5) Muestra virtud cuando estás de mal humor
"¿Alguna vez has tenido un mal día y llegas a la oficina donde todos están felices, incluso tu jefe gruñón? Y todo lo que quieres decir es: ‘¡Muérete!’. Pero no lo dices. ¿Ves? ¡Eso es virtud!"
6) No hables de los demás; ¡reza por ellos en su lugar!
"Uno dice: ‘Yo no chismeo. Solo explico los defectos de los demás’. ¿No es eso lo que hacemos? Actuamos como si solo ‘compartiéramos información’ o estuviéramos ‘preocupados’ por alguien, pero en realidad, sólo estamos señalando todo lo que hace mal.
Esta Cuaresma, intentemos algo radical: en lugar de hablar de la gente, recemos por ellos. ¡Ese sí es un verdadero desafío!".
7) Ofrece las pequeñas molestias del día
"¿Alguna vez has entrado a un restaurante y has olido ese aceite de maní? Entras y puedes notar... ¡ese aceite ha pasado por muchas cosas! Te preguntas, Cuántas miles de hamburguesas han estado en ese aceite antes de que llegara mi turno? Pero en vez de quejarte, ofrécelo como sacrificio.
De eso se trata la Cuaresma: convertir las pequeñas molestias en sacrificios. Así que la próxima vez que tu comida tenga un sabor... ‘añejado’, sonríe y di: ‘¡Gracias, Jesús, por esta penitencia!’".
8) Sé amable con tu mesero
"Yo nunca podría ser mesera. Si tuviera que atender a nueve personas en una mesa y me dieran una propina de 50 centavos, tomaría el ketchup, se lo echaría a todos y renunciaría. La gente va a los restaurantes y se queja de todo: la comida está fría, el pan está duro, el mesero es lento.
Pero olvidamos que esas personas solo están tratando de ganarse la vida. Así que aquí tienes una idea: ¡esta Cuaresma, sé amable con tu mesero! Y tal vez, solo tal vez, déjale una propina suficiente para que también pueda comer".
9) Aprende a decir “No” a las pequeñas cosas
"Llega un momento en la vida en el que tenemos que decir no a algo muy difícil, cuando decir sí sería tan fácil. Y esa es la verdadera prueba. La Cuaresma no se trata solo de decir no a los dulces o al café.
Se trata de aprender a decir no a las cosas que nos alejan de Dios, incluso cuando son tentadoras. Y cuando podemos decir no a las pequeñas cosas, nos hacemos lo suficientemente fuertes para decir no a las cosas más grandes también”.