3 datos de la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón
¿Conocías esta advocación que contempla a la Virgen María como alguien que nos lleva al Sagrado Corazón de Jesús? Nació en Issoudun, Francia, 1857 y hoy se encuentra tanto en países de Europa como de América.
Aquí te compartimos 3 datos que quizás no conozcas de esta advocación mariana:
1. Promesa de un sacerdote
El Padre Julio Chevalier, durante la novena de la Inmaculada Concepción de 1854, prometió a Dios que si su sueño de crear una congregación misionera en honor al Sagrado Corazón de Jesús se cumpliese, él enseñaría a los fieles a amar a la Virgen de una manera particular. Tres años después, logró obtener las donaciones suficientes para construir la Basílica de Nuestra Señora del Sagrado Corazón consolidando su tan deseada cofradía.
2. Propuestas de la imagen
La imagen que en un principio el Padre Chavelier propuso para dicha advocación no es la que actualmente se tiene. En un principio, en 1870, la iconografía según el sacerdote mostraba a la Virgen María de pie mostrando a su pequeño Hijo. Cristo señalaba, de pie, a su Sagrado Corazón con su mano izquierda, de esta manera:
Esta imagen tuvo algunos cambios. Para 1880, se la representó como la Virgen María cargando al Niño Jesús quien llevaba su Sagrado Corazón en el pecho y levantaba los brazos en son de recibir a todos los fieles. Así:
Sin embargo, a finales del siglo XIX la devoción se extiende a América y, después de bendecirla, el Vaticano propone un cambio en la imagen. Se le agregaría un par de ángeles coronando a la Virgen.
Para 1920 se elegiría la imagen que quedaría hasta la actualidad, en ella la Virgen coronada sostiene el Sagrado Corazón de su Hijo mientras que Jesús la señala a ella, representando el dinamismo salvador que existe entre ellos: El camino para el Sagrado Corazón de Jesús es la Virgen María.
3. Devoción exiliada
Una de las razones de la expansión de su devoción se debió a una tragedia. Entre 1793 y 1794 la Francia Revolucionaria persiguió a los católicos exiliado a los sacerdotes y tomando a las iglesias para evitar el culto. Este trato seguirá sucediendo a lo largo del siglo XIX.
Debido a estas dificultades, los misioneros fundados por el Padre Chavelier tuvieron que retirarse a otros países, construyendo santuarios por toda Europa. Por ejemplo, Sittard en Holanda, Plaza Navona en Roma y Nuestra Señora de Scé en Suiza. Propagando dicha devoción.